-Además de esta “hay formación sin certificación”, para la profesional hay una segunda barrera para las personas en situación de discapacidad, que es el poco reconocimiento de su plena integración, porque se les tiende a “infantilizar o ver como dependientes para siempre”.
Por: Ximena Mella Urra.
Alrededor del 20% de las personas tiene algún tipo de discapacidad permanente o transitoria. Desde la infancia temprana muchos de ellos reciben apoyos educativos en su vida escolar. “Sin embargo, en la medida que las personas crecen las alternativas de formación laboral, especialmente certificadas, son menores y de poca variedad”, dijo Aida Rojas, psicóloga de la comuna de San Vicente, y quien nos comenta desde su experiencia, trabajando en la escuela especial Paula Jaraquemada, en el Consejo Comunal para la Discapacidad y en la Cooperativa Inclusiva PJ Soluciones.
A su juicio, la realidad del país es que para las personas con algún tipo de discapacidad, “hay formación sin certificación y una segunda barrera que es el poco reconocimiento de la plena integración de las personas con discapacidad, a quienes se les tiende a infantilizar o ver como dependientes para siempre; con la implicancia de que no se visualizan como trabajadores o trabajadoras y que sus familias tiendan a la sobreprotección, manteniendo además una visión adversa sobre el empleo regular”. Con todas estas barreras, la persona en situación de discapacidad se mantiene en búsqueda laboral y las oportunidades siguen siendo las menos, ya que no hay una cultura de inclusión pese a la existencia de la ley. “Por eso se sigue requiriendo de apoyos e intervenciones culturales a nivel de familia, sociedad y empresa para promover los cupos laborales”, agregó.
La profesional del área asegura que las personas en situación de discapacidad, pueden desempeñarse en todo tipo de sectores laborales, sean productivos o de servicios. “Podemos encontrar un espacio para trabajar. Las organizaciones tienen diferentes necesidades que cubrir y ahí probablemente un equipo de personas con experiencia en intermediación laboral apoyados con la visión de profesionales como: terapeutas ocupacionales, psicólogos o kinesiólogos, podrán realizar un perfil laboral, definiendo los ajustes que se requeriría por ejemplo en un puesto de trabajo para cumplir mejor la tarea”.
-Cuáles son las principales barreras con las que ellos se enfrentan desde el momento de buscar un trabajo?, ¿con qué tipo de problemas se enfrentan una vez insertos en el mundo laboral?
La primera barrera, es la psicológica, reconocer que puedo y prepararse para la búsqueda, ojalá con apoyo de alguna oficina de intermediación, ya que tienen mayor información sobre diversos empleos disponibles, pueden ayudar en el proceso de entrevistas y valorar las habilidades y condiciones de cada estudiante o persona.
Y uno de los problemas frecuentes en la realidad de comunas con alta ruralidad es la de los traslados. No tenemos frecuencias de horarios y locomoción accesible en general hacia las diversas localidades de la misma comuna, a veces los horarios de trabajo son la primera barrera.
En general, las personas con discapacidad intelectual que hemos acompañado en su tránsito a trabajar se mantienen en sus puestos, con muy buena integración social y muy eficientes, responsables en sus trabajos, incluso aportan a la mejora del clima laboral, esto sin lugar a dudas es un plus a la convivencia dentro de una empresa.
APOYO REAL
-¿Cuál es el apoyo que éstas personas con discapacidad necesitan para su desarrollo a nivel laboral?
Previo al ingreso es importante un proceso de formación laboral donde se refuercen valores, habilidades y competencias laborales, desde el conocimiento de las reglamentaciones hasta visualizarse como trabajadores con derechos y responsabilidades. Es importante visualizar que se podrían implementar más alternativas a nivel técnico profesional, escuelas de oficios, ojalá contando con la respectiva certificación por parte del MINEDUC, que acredite su proceso de formación laboral.
-De acuerdo a tu experiencia, ¿cuáles crees que son los avances y las fallas por parte de las empresas y organizaciones en materia de inclusión en el trabajo?
Avances, la ley de Inclusión laboral, no solo por el establecimiento de cuota del 1% cada 100 trabajadores (que sigue siendo insuficiente), sino que también puso fin a la discriminación de salarios para personas con discapacidad intelectual.
En cambio, las limitaciones son diversa, como el desconocimiento de las leyes laborales, el temor a realizar contratos por responsabilidad y dependencia contraída entre empleador y trabajador, y la persistencia de una cultura de percibirnos como “menos capaces”.