Fernando Ávila Figueroa
Texto y fotos
Fría mañana en Pelequén, lo que obligó a que las dos primeras misas del día se debieran realizar al interior de templo debido a la llovizna que caía. Tras ello y tal como estaba previsto, la imagen de Santa Rosa de Lima permaneció en los jardines del templo, donde se realizaron misas al aire libre. Extensa fila para ingresar era lo que se apreciaba, ya que se pedía pase de movilidad y se aplicaba alcohol gel. Quienes no contaban con el pase, no podían ingresar al templo y a los jardines, dándoles la oportunidad, a quienes les faltaba la cuarta dosis, que pudieran colocársela en un lugar especialmente habilitado para ello.
Fueron cientos y cientos las personas que este 30 de agosto llegaron hasta el Santuario de Santa Rosa, portando flores y velas. El Párroco del templo, Padre, Juan Carlos Farías, explicó que las misas se desarrollaron cada una hora y media, con aforos y medidas sanitarias respetadas, para así cumplir con lo establecido.
Agregó que la idea fue hacerlo rotativo, ingresando un grupo de personas que pagó sus mandas y participó de la misa, para luego permitir el ingreso de un nuevo grupo y, así evitar la congestión. El sacerdote destacó el llamado que se hizo a que los fieles llegaran con alimentos no perecibles, lo que ha permitido tener una despensa con stock para todo el año.
La Misa de las 12:00 del día, fue presidida por el Obispo, Monseñor, Guillermo Vera, quien señaló que llegó al Santuario para rezar y, de la mano de Santa Rosa, encontrarse con la Virgen María y Jesús. Pidió poder vivir la fiesta de Santa Rosa en un ambiente de alegría, de fe y de comunión, recordando que al interior del santuario había sacerdotes que atendieron en confesión, por lo que el llamado era a aprovechar este día de gracia para encontrarse con Jesús y dejar abrazarse por él.
FERIA COMERCIAL
Si bien se había dado a conocer que este año no habría feria comercial, en un terreno ubicado en la Avenida Santa Rosa fueron decenas los comerciantes que instalaron toldos, pese a la restricción sanitaria que existía. Según el sacerdote, detrás de un comerciante existe una familia que ha pasado necesidades y pobreza, ya que no ha podido trabajar, por lo que no se mostró contrario a esta feria comercial. De lo contrario, cree que se hubiese desatado una “especie de guerra sin cuartel”, siendo partidario de evitar el conflicto respetando medidas sanitarias en lo posible.
Respecto al tema, el alcalde de la comuna de Malloa, Luis Barra, aseguró que el día miércoles de la semana pasada, llegaron más de 150 comerciantes con la intención de instalarse en las calles de Pelequén. Al no poder hacerlo por las medidas sanitarias vigentes desde julio, arrendaron un terreno particular, asumiendo toda la responsabilidad, organizándose e instalándose en el lugar.
Luis Barra sostuvo que ellos como municipio junto a carabineros han hecho respetar la resolución vigente para que no existiera comercio en Avenida Santa Rosa, sin embargo, estas personas arrendaron este terreno, donde el día lunes último la Seremi de Salud le cursó una infracción al dueño del terreno por no abastecerlos de agua, baños y energía eléctrica. “Esto escapa a lo que podemos hacer, es una determinación de los comerciantes, ya que una persona les arrendó y frente a ese escenario se trata de una actitud muy poco saludable”, dijo el alcalde, quien agregó que a nivel de Seremi de Salud se determinó que si se cumplía con las normas como distanciamiento físico, uso de mascarillas y lavado de manos, no habría problemas, situación que el dueño del terreno no había acatado. Según el alcalde son ceca de 300 comerciantes los que se instalaron en este terreno. “Usar la fuerza para sacarlos de un terreno particular no es muy fácil”, sentenció el alcalde.
ALGO DE SU HISTORIA
La santa nacida en 1584 bajo el nombre de Isabel Flores de Oliva, murió en 1617 a los 31 años de edad. En 1671 fue canonizada por el papa Clemente X, en sus años de vida atendió necesidades espirituales de los indígenas, negros y enfermos.Según la leyenda, después de la guerra con la Confederación Perú Boliviana, un oficial chileno viajaba a su hogar, cerca de Nancagua, junto a un “Cholito” de Perú, para el servicio doméstico. En el camino quedaron empantanados en el caserío llamado Pelequén.Recibieron el auxilio de una lugareña, doña María Terán, quien albergó al peruano que tenía fiebre tifoidea. Ante los requerimientos de la dueña de casa, el peruano descubrió el tesoro que guardaba en un arcón de madera: la milagrosa imagen de Santa Rosa de Lima, su coterránea. A ella pidieron ambos por la salud del enfermo, quien al día siguiente amaneció totalmente recuperado.La noticia corrió entre los vecinos, que de inmediato vinieron a conocer la imagen, a quien imploraron diversos favores. Recuperado, el peruano dejó su imagen querida, a la que le hicieron una gruta donde acudieron más personas a pedir favores y a pagar mandas.Las autoridades eclesiásticas decidieron que la imagen se instalara en la sede parroquial de Malloa. Sin embargo, según cuenta la tradición, más se demoraban en trasladar la imagen en que apareciera de vuelta en Pelequén, lo que llevó a las autoridades de la época a establecer esta localidad como lugar de veneración a Santa Rosa de Lima.El primer templo en su honor fue una capilla de tipo rural que fue creciendo hasta convertirse en el actual santuario. Además se fueron construyendo casas, trazando calles, surgiendo así el nuevo pueblo de Pelequén en torno al santuario. El antiguo caserío quedó con el nombre de Pelequén Viejo.
El santuario, como tal, existe en el lugar hace más de cien años, espacio religioso que cada 30 de agosto abre sus puertas de madrugada para recibir a los más de 300 mil peregrinos que llegan con toda la fe descalzos, llevando unas velas o una ofrenda floral de distintos puntos del país a agradecer a la santa patrona.