La opinión de Manuel Polgatiz
Periodista y comentarista deportivo
El torneo comienza a ceñir su traje y ya se delinean los protagonistas del triunfo o el sufrimiento. Hace años, bastantes años, que O’Higgins no miraba la tabla desde la medianía, suponiendo que la lucha está puesta en alcanzar un cupo internacional.
Los últimos partidos y en ciertos pasajes muy precisos, se ha encontrado el fútbol y la declaración de principios consolidada en el proceso de Mariano Soso.
El equipo muestra aspectos básicos que lo transforman en un equipo competitivo, mas, su inconstancia lo llevan siempre al desequilibrio. Pero filo, es amor y en este escenario todo está permitido y nada se encuentra prohibido
Los «Celestes» son un tóxico componente, que a pesar de su pobre historia, se sostiene aún cuando no siempre se sitúe en la victoria, por ello, la arremetida final debe ser con convicción y fortaleza.
Ya no discutiremos el desacople de la estructura, ni el sello ausente para combatir al oponente. Atrás quedará el debate incierto del fútbol mediocre, pues, ahora el objetivo es ganar y ganar, sin valorar las formas pretéritas que alguna vez nos prometieron.