Por: Fernando Ávila F.
Luego de diversas indagatorias, coordinadas con la Fiscalía de Análisis Criminal de O’Higgins, durante la tarde del jueves, personal del equipo especializado en Mercado de Bienes Robados (MEDBRO) de la Brigada Investigadora de Robos (BIRO) Mostazal, logró identificar una bodega de acopio de cobre obtenido de cables robados, propiedad ubicada en la Población Rajcevic de Rancagua.
Lo anterior fue informado al fiscal de la causa, quien gestionó ante el Juzgado de Garantía de Rancagua, una orden de entrada y registro para la bodega investigada, decreto judicial que permitió a los detectives hallar alrededor de siete toneladas de cobre cuya procedencia no pudo ser justificada por los trabajadores del lugar.
Tras el hallazgo, la PDI se puso en contacto con diversas empresas relacionadas al rubro de la distribución de electricidad y telecomunicaciones, oportunidad en la que CGE, Movistar y SINEC, reconocieron el material como propio.
Con el reconocimiento del cobre, el Ministerio Público instruyó que los funcionarios de la empresa -que además operaba sin los permisos correspondientes- fueran apercibidos de conformidad al artículo 26° del Código Procesal Penal, quedando a la espera de citación por parte del tribunal. En cuanto al cobre recuperado, la PDI señaló que su valor supera los 40 millones de pesos, metal que será devuelto a las compañías propietarias.
Asimismo, desde la policía civil, no descartaron que la incautación efectuada pueda abrir nuevas líneas investigativas que lleve a nuevas incautaciones y, eventuales, detenciones de los involucrados en aquel negocio ilegal.
El Subprefecto Álvaro Palma, Jefe de la Biro Mostazal, dio a conocer que se trata de un foco investigativo activo, incautando alrededor de siete toneladas de cobre pertenecientes a CGE, Movistar y el Municipio de Rancagua, logrando llegar hasta una empresa donde se encontraba el cobre, trabajo que asegura seguirá siendo constante.
El Fiscal, Carlos Fuentes, Jefe de la Fiscalía de Análisis Criminal, dio a conocer que este fenómeno se viene investigando desde hace varios años, calificando este delito como un mercado delictual, ya que quien roba el cobre luego lo vende. En la bodega se encontraba la mayor cantidad de cable robado en la región, investigándose el destino que tendría, pero principalmente es la exportación.
Se trata de una organización criminal que roba, lo transporta, vende y luego se exporta, por lo que no basta con detener sólo al sujeto que está cortando el cable. El objetivo es atacar la demanda del producto robado, siendo el destino más frecuente Asia. Actualmente el kilo de cobre en una chatarrería está siendo comprado a más de 4 mil pesos el kilo, por lo que es muy lucrativo para los antisociales. A principios de este año llegó a costar 6 mil 100 pesos el kilo, aunque fuera robado, lo que produjo un incremento de robos.