Albert Einstein hablaba de la relatividad del tiempo, donde dependiendo de los observadores y su movimiento este puede experimentarse en forma diferente.
Hoy comprendo estas palabras, ya que el tiempo se siente muy distinto de aquellos años juveniles, donde «perderlo» era casi una constante. El tiempo en esos veranos o tardes se volvían eterno, donde había horas para todo incluso para aburrirse.
Esos años donde pasábamos milenios viendo series o juagando larguísimos torneos de playstation… o aquellas veces que jugábamos partidos eternos de fútbol o quemadas en las calles y pasajes
Hoy ese tiempo se nos hace escaso, al parecer lo gastamos en nuestras primeras décadas de la vida, nos falta tiempo en el trabajo, para pasar tardes familiares, para nuestros hobby o simplemente para no hacer nada. De hecho escribo esta columna mientras veo el partido de fútbol de mis hijos, ya que no alcance a hacerlo en la oficina.
Estamos constantemente corriendo sin pausa, las semanas parecen un suspiro y los años se nos van en un abrir y cerrar de ojos.
Por esto es que esta Navidad les deseo volver a reencontrar ese tiempo y aprovecharlo al máximo, disfrutarlo en lo que no hemos podido hacer… redescubrirnos y disfrutar…
Felicidades a todos y mucha fuerza para sobrellevar estos últimos días de 2022.
Alejandra Sepúlveda
Jefe de informaciones