Por: Ayleen Bustamante Contreras y Amelie Villegas Rojas.
Profesores del Taller: Tito Castillo y Grace Zamorano.
Para nadie es un secreto que actualmente dependemos de las redes sociales (RRSS) para mantenernos conectados e informados sobre lo que le sucede a todo nuestro alrededor, tanto a nuestros vecinos como a personas que se encuentren al otro lado del mar; en otras palabras, estas plataformas virtuales se han vuelto una parte esencial de nuestro día a día y nos aportan amplias facilidades con las que antes no contábamos, pero también se han convertido en una vida artificial e idealizada que termina por apartarnos de la realidad. Por ende, podemos decir que se desarrolla una relación de dependencia y esta, a su vez, se ve influenciada por el alcance masivo que sigue incrementando después de cada actualización; no obstante, hay algo más detrás de esto. Las personas que usan desmedidamente las RRSS no piensan todo el rato en el placer que les hacen sentir, sino en lo que consiguen a través de estas plataformas. ¿A qué nos referimos? El peak de placer que produce esta adicción (como lo haría cualquier otra) no existe, lo que se obtiene es validación social y evitar desaparecer del mapa; de este modo se consigue la gratificación instantánea por estar “al día” con lo que pasa en el panorama más cercano. Interesante, ¿no?
La web, además, ha permitido crear espacios de divulgación científica, los mismos que nos han permitido conocer con mayor profundidad la huella que esta puede dejar en el comportamiento y la psique humana. Desde el increíble auge y crecimiento de estos medios, se han publicado estudios científicos que reportan qué relación hay entre el uso de Internet y distintos trastornos anímicos, como la ansiedad o la depresión. También evalúan cómo Internet puede influir en el desarrollo del estrés crónico e incluso en el deterioro de la memoria, específicamente la memoria de trabajo. Esta función mental nos permite retener la información que obtenemos del entorno para que, junto a los conocimientos ya almacenados y atingentes a la tarea que se está realizando, puedan ser manipulados tal como lo hacemos en muchas actividades de nuestra cotidianidad, desde leer hasta lograr seguir y cumplir todos los pasos de la receta de tu postre favorito. En otras palabras, da paso al aprendizaje, nos permite la comprensión, concentración y planificación. ¡No es que no tengas talento en matemáticas!, es solo que tu memoria de trabajo no está siendo ejercitada como corresponde. ¿A qué se puede deber esto?, ¿te suena TikTok, la misma red social que seguramente estabas usando hasta hace un momento? ¿No te pasa, de vez en cuando, que revisas tu celular para enviar algún mensaje o revisar un correo y luego pasas media hora (o más) viendo tu satisfactorio algoritmo de TikTok?
Los orígenes de esta plataforma se remontan a China, país con científicos que están sumamente interesados en el impacto que ha tenido esta red social en el mundo entero y en tan poco tiempo. Se llevó a cabo un estudio por dos investigadores, Peng Sha y Xiaoyu Dong, de la Universidad del Suroeste en Chongqing, China, cuyo objetivo principal es indagar sobre cómo el uso de TikTok puede influir directamente en el desempeño de la memoria de trabajo y, a su vez, si condiciones tales como la depresión, la ansiedad y el estrés, pueden mediar en el deterioro de esta función cognitiva.
En la investigación participaron 3036 estudiantes de una escuela mixta local, con un rango etario entre los 15 y 18 años. La metodología, tanto de selección como de experimentación, consistió en dos cuestionarios del tipo escala de Likert, ideal para medir reacciones, actitudes y/o predisposiciones a través de una serie de afirmaciones con las que una persona puede identificarse en mayor o menor medida y servirán para determinar su nivel de inclinación hacia algún rasgo y/o situación.
Las respuestas a los ítems del primer test, destinadas a determinar la presencia de una adicción a TikTok, se distribuyen en una escala de 6 puntos que van desde “muy en desacuerdo” hasta “muy de acuerdo”; las puntuaciones más altas indican un mayor riesgo a desarrollar lo que fue formalmente denominado por los investigadores como Trastorno por Uso de TikTok (TTUD). En cuanto al otro cuestionario, las categorías de respuestas iban desde “no me aplicó en absoluto” hasta “me aplicó mucho”; estas preguntas son hechas con la finalidad de medir rasgos de depresión, ansiedad y estrés. Por otra parte, a los estudiantes se les aplicó una evaluación similar a la que se le realiza a los adultos mayores para medir el desempeño de la memoria de trabajo, llamada retención de dígitos. La primera instancia consistió en que la/el participante debía repetir una serie de dígitos en el orden exacto en que fueron dichos; por ejemplo: 2, 5, 8, 1; a esta se le denominó prueba de dígitos hacia adelante. Posteriormente, se les decía otra serie de dígitos y la/el participante debía repetirlos de forma invertida; es decir, si los números eran: 5, 12, 64, 23, la respuesta debía ser: 23, 64, 12, 5; esta es conocida como prueba de dígitos hacia atrás. Al final, cuanto menor es el intervalo de dígitos dichos correctamente, mayor es el deterioro de la función cognitiva en estudio.
¡Conozcamos los resultados de la prueba de memoria!
En primer lugar, se evidenció que el TTUD afectaba directamente a la pérdida de memoria de trabajo; en otras palabras, sin ningún otro elemento involucrado, existe una relación positiva entre ambos —vale decir que mientras mayor sea el TTUD, mayor es el deterioro de la memoria de trabajo—. Luego se realizaron análisis según el género. Los resultados del género femenino revelaron que, en la prueba de dígitos hacia adelante, solamente la depresión y la ansiedad se asociaron significativamente como mediadores parciales entre el efecto del TTUD en la memoria de trabajo. No obstante, el estrés no queda por fuera, puesto que en la prueba de dígitos hacia atrás se sumó al efecto mediador de la depresión y la ansiedad en la influencia que tiene el TTUD en el desempeño de la tarea que mide la eficiencia de la memoria de trabajo.
Por otro lado, los resultados del género masculino demostraron que en ambos tipos de prueba el estrés no es un factor que se pueda considerar influyente en la relación que hay entre el TTUD y la pérdida de memoria de trabajo, mientras que sí lo son la depresión y la ansiedad. Algunos investigadores han indicado que el efecto del género podría variar según factores como la edad y otros que pueden salir a la luz con una buena anamnesis, la que le permite a un profesional realizar un mejor diagnóstico mediante el diálogo, obteniendo así información crucial respecto a la historia de vida del paciente.
¡Ven y reflexionemos un poco!
Hasta cierto punto del proceso experimental, los investigadores determinaron el papel que cumplen la depresión y la ansiedad en la relación entre el TTUD y la memoria de trabajo; sin embargo, el estrés no se presentó como un elemento cualquiera, puesto que solo lo encontramos de forma significativa en la serie de dígitos hacia atrás. Para comprender esta particularidad, es clave visualizar su nivel de dificultad; en esta prueba no solo debes retener la mayor cantidad de información que te es entregada, sino que debes reordenarla para repetirla en el orden invertido en que fue dicha. Por esta razón es más probable que los participantes se vean inclinados a mayores niveles de estrés para poder rendir de la forma más eficiente posible o bien, el estrés que evidenciaron estaría asociado a dificultades en tareas que requieren mayor demanda cognitiva.
Asimismo, es bastante curioso el caso de los participantes masculinos quienes, a pesar de haber presentado mayores niveles de depresión y ansiedad, en ninguna de las dos pruebas se encontró que el estrés tuviera un efecto mediador significativo. Sin embargo, considerando que este estudio es de carácter transversal —se realizó en un lapso corto y determinado en donde la obtención de datos se realizó en una única instancia—, hace falta mayor investigación para poder acertar con la respuesta precisa que nos explique el porqué de este resultado. Aun así, este estudio permitió el desarrollo de aproximaciones fundamentales que no deben dejar de tomarse en cuenta; es cosa de restringir el acceso a redes sociales a algún usuario por un par de horas, para verificar cómo se disparan los síntomas de abstinencia.
Nuestra memoria de trabajo debe ser entrenada y recibir un trato saludable o, en el caso contrario, el exceso en el consumo de las redes sociales puede comprometer significativamente nuestro aprendizaje, la memoria a largo plazo e incluso la capacidad reflexiva que posibilita la regulación emocional o la construcción de una perspectiva crítica. Un uso desmedido de cualquier plataforma puede tener muchas repercusiones negativas. No obstante, la intención con este artículo no consiste en sumarle más adjetivos peyorativos a las redes sociales, sino que hacer un llamado a la prudencia, para poder aprovechar adecuadamente sus ventajas, como la interconexión y la optimización de procesos, entre otras.
Lamentablemente, la sociedad busca implacablemente cumplir con una expectativa de productividad absoluta; dentro de este concepto, son impensados los periodos de entretención y los momentos de quietud. Con el ajetreo constante de este ritmo de vida, los niveles de estrés y agotamiento son mayores y es importante contrarrestarlos. Así que el ocio y el descanso no son crímenes, sino que son indispensables y no deben eludirse si de mantener un buen ritmo de estudio y/o trabajo se trata; las redes sociales nos permiten crear o disfrutar de un espacio agradable que nos desconecta y nos libera de las tensiones que vienen de la mano con la rutina diaria, siempre y cuando se usen con prudencia.
Los invitamos a ser diseñadores de un algoritmo de vida que nos inspire a la mejora continua, que respete el entretenimiento y el descanso, pero que no nos absorba. Así que no desinstales TikTok impulsivamente, solo no permitas caer en las redes de un algoritmo; cuida tu memoria de trabajo, cuida tu capacidad de discernir y de ejercer adecuadamente tu voluntad tanto dentro como fuera del mundo virtual.
Fuente: Sha P, Dong X. Research on Adolescents Regarding the Indirect Effect of Depression, Anxiety, and Stress between TikTok Use Disorder and Memory Loss. International Journal of Environmental Research and Public Health. 2021; 18(16):8820. https://doi.org/10.3390/ijerph18168820
Noticia nace de un convenio entre Liceo de Niñas de Rancagua y Centro Interdisciplinario de Neurociencias de la Universidad de Valparaíso.