La tradición se mantiene. Este domingo, un grupo de motoqueros de la comuna de Rancagua y Santiago se dieron cita en las instalaciones del Pequeño Cottolengo, en el sector de Baquedano, para brindar un hermoso momento de alegría a los niños y niñas residentes.
Los Clavos Doblados Moto Club, fueron los gestores de esta actividad. A través de su presidente, Héctor González, manifestaron que “esta es nuestra visita anual, extraordinaria, donde junto con traerles dulces, les traemos alegría y compañía, y hacerlos sentirse bien, con harto cariño”.
Según comentó, la caravana “comenzó en Santiago, luego nos juntamos en San Francisco de Mostazal a las 14 horas, y de ahí nos vinimos todos para acá, a visitar a los niños”.
En total, más de 100 personas participaron de esta iniciativa que, como todos los años, lleva un momento de alegría a los residentes del Pequeño Cottolengo.