A través de distintos canales, el río Cachapoal, que pasa por el límite norte de la comuna de Pichidegua, entrega aguas de regadío que permiten tierras fértiles en lo agrícola y frutícola. Maíz, trigo, papas, naranjas, limones, paltas, duraznos y viñedos, son los principales productos que se obtienen en esta zona de la región de O’Higgins.
12.480 kilómetros hacia el norte, a orillas del río Alster en Hamburgo, está ubicada la empresa minera de capitales germanos Aurubis AG, que a través de la Cámara Chilena-Alemana de Comercio e Industria, AHK Chile, apoya proyectos sociales en el ámbito de la educación en la provincia del Cachapoal desde hace tres años.
Aquí, y en el marco de su estrategia de compromiso social «together we care», el mayor reciclador de cobre a nivel mundial, busca mejorar las oportunidades educativas de jóvenes en contextos desfavorables, crear nuevas perspectivas en la zona y fortalecer las estructuras económicas alternativas a la minería. ¿Cómo?
Iniciativas que dejan huella
El proyecto inicial, que partió el 2019 y se extenderá hasta marzo de 2024, apoya la mejora y profundización de la formación dual según el modelo alemán en el «Liceo Jean Buchanan» de Peumo. Aquí, las y los especialistas del futuro en el manejo de los recursos en la agricultura reciben una formación orientada a la práctica, acorde a sus necesidades.
En septiembre de 2021, se puso en marcha una segunda iniciativa complementaria de 12 meses de duración para apoyar el proceso de digitalización en las escuelas primarias del entorno inmediato del liceo técnico-profesional y así potenciar las habilidades tecnológicas de las y los niños. El proyecto se llevó a cabo en la escuela rural Juan Valdés Ortúzar, no obstante, las cuatro escuelas de Peumo estuvieron involucradas con el fin de alcanzar el mayor número posible de profesores y alumnos a través de capacitaciones y talleres.
Foco en la generación futura
En el sector de Mal Paso, Pichidegua, se encuentra el Centro Educativo Siglo XXI, la escuela matriz de un nuevo proyecto que comenzó en septiembre de este año y que se extenderá hasta marzo de 2024. Con 185 alumnos y 30 profesores y asistentes, las aristas que abarca esta iniciativa incluyen digitalización, medio ambiente, capacitaciones en el área de habilidades socio-emocionales, metodología colaborativa y la vinculación con la educación media. Más allá de esta escuela, se aspira integrar a los demás centros educativos de las comunas de Peumo y Pichidegua, para beneficiar a ambas comunas.
A mediados de noviembre se dio el puntapié inicial con un taller para indagar en las necesidades de la escuela y el alcance del proyecto. Además, a comienzos de diciembre se realizó una primera actividad práctica enfocada en el medio ambiente con estudiantes de 7° básico: la construcción de un “Hotel para insectos”.
Lo que se viene
En lo que resta del año, se llevará a cabo un taller con todo el personal del colegio acerca de la gestión de emociones y resolución de conflictos, además de iniciar la alfabetización digital para los profesores y asistentes, con el fin de nivelar sus conocimientos.
Tomando en cuenta que el establecimiento cuenta con sólo 7 computadores para los cerca de 200 alumnos, prontamente se lanzará una campaña de donación de equipos en desuso para aumentar la cantidad de hardware y así equipar la sala de computación.
Según explica Juan Cabello, director del Centro Educativo Siglo XXI “el contexto sociocultural donde se encuentra inserto nuestro colegio, nos plantea enormes desafíos que van más allá de preparar una buena clase y actividades que generen aprendizajes. Una de las herramientas más potentes con las que enfrentamos esta titánica tarea es el trabajo en equipo, complementado con la ayuda del DAEM y de organismos externos”.
De Hamburgo a Pichidegua – con este proyecto, Aurubis busca impactar en la educación de las y los niños de pre-kinder hasta 8° básico de esta escuela municipal rural, brindándoles herramientas que les ayuden a enfrentar los retos de un mundo en constante cambio.
Hotel para insectos
Un hotel de insectos es un refugio artificial fabricado con distintos materiales y destinado a proteger animales beneficiosos para el jardín, como lo son las abejas, crisopas y las chinitas. Trozos de caña y de corteza, paja, ladrillos huecos y troncos de madera, son los materiales con los que se amueblan las habitaciones de este particular hotel.