El sonido de campanas, el brillo de luces y una brisa de música especial anunciaban que el Viejito Pascuero venía en su trineo junto a sus renos a dejar obsequios, sentimientos de unidad, sonrisas y un mensaje de paz a todos los vecinos que se reunieron en población Rancagua Norte.
Como todos los años, Karen Núñez logra la magia de juntar a los vecinos, quienes colaboraron en esta actividad navideña y junto a la agrupación Plaza del Cristo hacen realidad los sueños de los más pequeños de tener un viejito pascuero que les brinda ese abrazo esperado y que además les entrega un obsequio que les hace iluminar sus rostros.
Una tarde de entretención, donde se juntan generaciones y los adultos mayores cumplen un rol fundamental en esta celebración, los cuales con ternura animaron a los niños a participar, a jugar y a compartir con todos los que llegaron esa tarde.