Tras 48 años como Oficina Nacional de Emergencia (ONEMI,fundada en 1974) y dependiente del Ministerio del Interior, tendrá un cambio institucional desde el 1 de enero pasando a ser ahora el Servicio Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres (SENAPRED), que va de la mano con la nueva ley 21. 364, publicada el 7 de agosto del 2021. Es así como el Sistema de Nacional de Protección Civil será reemplazado ahora por el Sistema Nacional de Prevención y Respuesta ante Desastres, como marco legal que regirá en el país.
La nueva institución estará conformada por un conjunto de entidades de carácter público y privado relacionadas con el ciclo de riesgo de desastres, cuyos integrantes se organizarán de forma desconcentrada y descentralizada. Así, de forma escalonada, participarán miembros a nivel comunal, provincial, regional y nacional, ante lo cual se contempla una estructura de coordinación la cual estará conformada por los Comités para la Gestión del Riesgo de Desastres en distintos niveles.
Al respecto conversamos con el director regional de la ONEMI, Marcelo Montesinos, quien destacó que la focalización del nuevo sistema se basa en la prevención, “para mitigar en cierto modo los efectos de las emergencias, es decir, busca formas de reducir el riesgo de los desastres. Lo primero que se tuvo en el país fue una política nacional, una política que está apuntada a la prevención. Una política para la reducción del riesgo de desastres y eso se está operativizando en un plan estratégico para la reducción del riesgo de desastre entre el año 2020 y el año 2030”, comentó. Ahora-explicó- se incluyen nuevos actores, nuevos ministerios, nuevos organismos, tanto públicos como privados, la comunidad, la sociedad civil organizada.
-¿En qué consiste este cambio?
La nueva ley le da una nueva estructura al sistema, una nueva gobernanza. Ahora contaremos con una estructura más funcional, más participativa y más orientada a la prevención. Por ejemplo, se crean estamentos como el comité de gestión del riesgo de desastre en todos los niveles de la Administración del Estado, desde el más alto nivel nacional al comunal donde la institución ha realizado una serie de capacitaciones. Las 33 comunas de la región van a estar pronto con su plan de emergencia comunal al día.
-El servicio deja de ser una oficina y adquiere mayor jerarquía dentro del aparato estatal…
Sí, se transforma estructuralmente. Lo importante es que tenemos mayor responsabilidad y mayor asignación de trabajos con respecto a crear conciencia en la población sobre el riesgo que estamos afectos en esta región, por ejemplo, potenciar nuestros sistemas de alerta temprana, darle mayor recurso al sistema para prevenir y estar preparado especialmente para la emergencia y seguir capacitando con respecto a lo que son las emergencias.
Este nuevo sistema crea además Unidades de Prevención de Riesgos de Desastres en todas las comunas del país creando la figura de un encargado comunal de emergencia. Esta persona será el primer eslabón en la estructura para la atención de emergencias.
Del mismo modo regulariza el nivel de emergencias: la menor, atendida a nivel comunal; la mayor, que puede estar a nivel provincial e incluso regional; el desastre que ha afectado a gran cantidad de habitantes y la catástrofe, cuando el país por sí solo no puede atender la emergencia y requiere apoyo internacional.
INCENDIOS FORESTALES
-Este cambio se produce en medio de una de la temporada de incendios forestales y quizás no va a haber tiempo para la prevención…
Estamos ahora en la fase de respuesta, abocados al 100% a combatir los incendios forestales, pero siempre está el trabajo de prevención para que las personas tomen las medidas de resguardo con respecto a las conductas de riesgo. Si bien este año hemos salido airosos con respecto al combate en incendios forestal, sigue siendo una desgracia. Los incendios forestales cada vez están empezando antes y terminando después. Desde el 6 de diciembre en adelante que hemos tenido incendios bastante potentes, bastante fuertes, bastante destructivos, incluso 1 de ellos con la necesidad de evacuar a la población a zona segura, como fue en Santa Cruz y en Lolol. Por ejemplo, tuvimos que contratar 6 helicópteros para combatir el siniestro de forma aérea, además de los recursos de combate de Conaf. En noviembre tuvimos 49 incendios forestales y este mes ya llevamos 47 a nivel regional.
-Casi la totalidad de los incendios forestales son producto de la acción humana…
Sí, dentro de esta cifra hay un gran porcentaje con factor intencional, por mal manejo del fuego o no tener la conciencia de las consecuencias de tus actos, como es trabajar con herramientas que producen chispas cerca de matorrales o pasto. Quemas basura o rastrojos agrícolas también es foco de incendio y está prohibido. Es una conducta irresponsable que hace que el Estado gaste una gran cantidad de recursos pero sobre todo, pone en peligro a la población.
Además, se ha hecho un trabajo preventivo con varios sectores para prevenir en el verano la ocurrencia de los incendios forestales. Hasta ahora no hemos tenido situaciones producto del tendido eléctrico ya que en conjunto con varios sectores, entre ellas las empresas eléctricas, hemos trabajado un plan para limpiar las ramas que puedan afectar al cableado.
“Siempre la ocurrencia de incendios forestales es una mala noticia, afectan al ecosistema, al medioambiente, a la propiedad de las personas, y siempre es un riesgo que crezca desproporcionadamente. Tomando las medidas preventivas y siempre con la conciencia de que el riesgo existe, vamos a reducir las posibilidades de que ocurran incendios forestales”, concluyó el titular regional del organismo.