Internet, incluso antes de la pandemia, había modificado las formas de recibir, interpretar y crear información. Este escenario sólo es comparable con la revolución cultural iniciada hace cinco siglos por Gutenberg, con la creación de la imprenta.
La gente exige cada vez más rapidez para conocer los hechos que les interesan, compartir sus opiniones y ver los acontecimientos que las informaciones generan. Este proceso se ha facilitado por la Internet y el gran acceso a ésta. Los medios claramente ya no tienen el “monopolio de la información “, son miles de millones las alternativas para conocer un hecho, cada persona con un celular es un potencial reportero. Pero es precisamente en esta superabundancia de información, que el periodismo y los medios cobran una vital importancia, la capacidad de sintetizar y comprobar los hechos, entregar informaciones jerarquizadas y procesadas con sus consecuencias y contexto se transforman en una guía que permite sobrevivir en medio de una selva de informaciones que nos sepultan día a día. Es en esta entrega diaria de noticias se juega a cada minuto la credibilidad y el ser profesional de los medios de comunicación.
Más aún con el contexto actual de incertidumbre donde los medios tradicionales, es decir los que contamos con estructuras profesionales para entregar información, nos hemos vuelto cada vez más valorados por entregar información comprobada y veraz.
Incluso antes de la pandemia los sitios informativos, eran y son ampliamente visitados. Por ejemplo en nuestro sitio www.elrancaguino.cl ya completamos cerca de dos millones de visitantes mensuales y las cuentas en Twitter , Facebook de los tradicionales diarios de todo el mundo son fuentes seguras de que algo ocurre. Hoy en varias ocasiones hemos roto nuestras propias marcas de visitas diarias, casi hemos triplicado nuestras audiencias digitales en comparación al año pasado.
Luis Fernando González V
Sub Director