El parlamentario por O’Higgins e integrante de la Comisión de Salud detalló la petición para ampliar las atenciones en pabellones, extender las horas laborales de los médicos en el sistema y la crisis que acusan las Isapres. “La industria tendrá que reconvertirse”, sostiene el facultativo.
Sus seis años como titular del Colegio Médico y toda una trayectoria dedicada al servicio público identifican al senador Juan Luis Castro como una voz autorizada en el área de salud en Chile. De hecho, como integrante de la comisión respectiva del Senado y representante de la región de O’Higgins hace una radiografía de varios aspectos por mejorar en un área especialmente sensible a nivel social.
“¿Qué es lo que le hemos pedido al Ministerio de Salud?: Que abran los pabellones doce horas. Que los tengan en utilidad doce horas, para eso tiene que tener personal de apoyo –arsenaleras, enfermeras, material quirúrgico esterilizado porque a veces ese era el problema-; que los médicos trabajen esas doce horas y eso significa cambiar el modelo de atención médica”, detalló el senador.
“Hoy tenemos jornadas muy pequeñas; hay médicos que trabajan 11 horas a la semana, o sea trabajan de 8 a 11 de la mañana, porque son muy parcializadas. Necesitamos médicos de dedicación mucho más enérgica y completa”, agregó el también facultativo.
En la misma línea el senador Juan Luis Castro recordó que nuestro país tiene “un vicio muy profundo porque en Chile los hospitales funcionan prácticamente en la mañana. Después de las 2 usted casi no va a encontrar ningún pabellón abierto” y ello sumado a los promedios de 45 operaciones diarias que en O’Higgins deben lidiar con una lista de espera de 20 mil personas, da cuenta de la necesidad de cambios en esta área.
Por eso considerando que “el panorama entre lo público y lo privado se está moviendo”, el médico y legislador apeló a tomar la oportunidad para fortalecer el sistema y la dotación primaria. “Hoy dos de cada tres médicos en Chile están en lo privado. ¿Faltan médicos? Falta distribuir los médicos de otra manera en Chile”.
En el mismo tono analítico, el integrante de la comisión de salud del Senado si bien dice estar al tanto que los profesionales reciben mejores remuneraciones en el entorno privado, dice que también “sufren más”, en parte por el difícil momento que acusan los prestadores con las Isapres en “números rojos y vacas flacas” en sus balances y clínicas en morosidad y con finanzas frágiles.
“Ellos se negaron 40 años a hacerse una reforma. Estamos hablando de un mundo donde en 1981 cuando se crearon sintieron que eran la gran esperanza del mundo privado. Tuvieron números azules por décadas y en distintos gobiernos nunca hubo disposición a la reforma hasta que se empezó a judicializar el sistema de Isapres y hoy tenemos más de 300 mil causas de usuarios que han ido a la justicia”, describió aludiendo a los dictámenes que aluden a las polémicas tablas de factores.
“Queremos salvar a los usuarios. No estamos enamorados de la industria, no tenemos nada contra ellos, la industria tendrá que reconvertirse”, sostuvo el senador que también apunta al fin de la integración vertical en salud y la pronta aprobación de la ley de fármacos II.
Fiscal Nacional
“Aquí hay un problema en el modelo que se estableció”, sostuvo el senador Juan Luis Castro sobre uno de los temas más contingentes de las últimas semanas, tras el revés de dos postulados al cargo de Fiscal Nacional del Ministerio Público. El parlamentario fue crítico del mecanismo con que se desarrollan estas nominaciones y en lo personal es partidario de la prescindencia del Senado y de mayores exigencias desde la Corte Suprema.
“La Corte Suprema como primer filtro –con el respeto que les tengo- creo que fue débil en el mecanismo de selección. No basta con escuchar 10 minutos a cada candidato y después proceder a votar. No hubo ni una sola pregunta, ni una proyección de un plan de trabajo”, cuestionó.
Nueva constitución: De la farra al pragmatismo
Consultado por la marcha del proceso constituyente en base al Acuerdo por Chile, el parlamentario oficialista comentó las diferencias entre el proceder actual y el trabajo de la convención, respaldando la participación de expertos y dando luces de los lineamientos de la nueva carta fundamental.
“Ni la conducta, ni el resultado, ni el contenido fueron satisfactorios para la ciudadanía y eso tiene muchas razones. Se produjo una farra; cuando tuvimos la máxima expresión de participación, quienes estaban mandatados para llevar a cabo ese proceso, a mi modo de ver, como institución no estuvieron a la altura de las circunstancias y se divorciaron del sentir ciudadano respecto a temáticas que fueron muy fuertes”, describió.
Juan Luis Castro aseguró que aquel trabajo se articuló de una manera “inentendible o adversa al sentido común de la ciudadanía”, lo que decantó en cambios para este segundo episodio. “Creo que la vez anterior faltaron expertos, tiene que haber expertos. Derecho a voz, no derecho a voto. El órgano que dirime se tiene que elegir”, aclaró el legislador.
Por eso al enumerar las diferencias, califica la nueva modalidad como “pragmática, una fórmula participativa, acotada, no para 400 páginas de constitución. Esta va a ser una constitución más minimalista, más al estilo norteamericano con grandes conceptos y donde las leyes en cada tema van a entregar más detalles”.
Por último, reiteró que “el órgano de los 50 es el que manda” y recomendó tomar el cierre del proceso con la seriedad requerida, a diferencia de lo ocurrido el pasado 4 de septiembre.
“En la primera constituyente quienes estaban ahí tenían la idea equivocada que el plebiscito de salida era un trámite, que se iba a aprobar y nunca vieron lo que iba a ocurrir y el pueblo no es leso, entiende perfectamente para dónde van las cosas”, añadió advirtiendo “los que creen que esto es un trámite, el plebiscito, digo ‘no’, ese es el mecanismo de legitimación última de la ciudadanía”, detalló.