La playa es, indiscutiblemente, el destino favorito de la mayoría en verano. Pese a todo lo bueno, debes seguir cuidando tu auto. Nadie dice que no puedas llegar hasta el borde mismo de la playa con tu auto, pero de partida, es importante buscar un lugar adecuado donde estacionar tu automóvil. Este es el primer consejo de Byron Del Río, experto técnico Honda, quien asegura que la arena no solo es difícil de sacar del habitáculo; también puede llegar a ser perjudicial para la pintura, los cristales e incluso las luces. Lo mejor es estacionar lejos de la arena, en un lugar bien resguardado. Es importante tener cuidado con las altas temperaturas a la que se expone tu auto, esto daña algunos componentes como los neumáticos. “Todos hemos visto cómo se degradan en las carreras de Fórmula 1 cuando hay más de 30 grados y el asfalto está muy caliente. Por eso, siempre, pero más en verano, es importante revisarlos antes de viajar y muy especialmente si el auto ha estado estacionado bastante tiempo, como suele ocurrir en la playa”, asegura el especialista.
La batería, el refrigerante y el aceite también son sensibles a las altas temperaturas, por lo que también hay que vigilarlos y cuidarlos un poquito más de lo normal. La sal del mar es también un gatillante en el interior del auto, menciona el experto. “La exposición a elementos tan dañinos como el sol y la sal del mar puede deteriorar en un abrir y cerrar de ojos los elementos metálicos del automóvil y hasta el motor. Por eso es importante evitar estacionar a pleno sol. Aunque tengas que dar más vueltas, buscar un espacio en la sombra o incluso pagar por unas horas en el estacionamiento más cercano, la pintura y la carrocería te lo agradecerán”.
CONSEJOS PREVIOS
-Neumáticos: revisa la presión indicada por el fabricante. Un neumático inflado correctamente permite ahorrar combustible y prevenir mayores daños y roturas.
-Temperatura de motor: con la ola de calor, es muy importante revisar este sistema.
–Cargar el auto correctamente: Antes de armar el equipaje, considera que el peso de tus bolsos altera el centro de gravedad y la conducción de este. Siempre los bolsos mayores sitúalos primero en las zonas baja, ante posible freno brusco. Además, es de vital importancia no olvidar que los vehículos tienen capacidad limitada.
–Fluidos: Revisar aceite, agua, fluido de la transmisión y dirección, lava-parabrisas, antes de partir de vacaciones.
-Fugas: Alguna mancha bajo el motor, puede ser sinónimo de desperfectos o fuga. Revisar mangueras y fisuras.
-Frenos: La carga y el calor, somete a los frenos a un mayor esfuerzo, por ende, revisa que no te falte fluido y que los discos y pastillas se encuentren en buenas condiciones.
-Aire Acondicionado: Verificar que el sistema de climatización esté funcionando bien, sin obstrucciones ni malos olores. (Fuente: Honda)