No es poco común que, para los padres las vacaciones se puedan volver algo complejas. Niños y niñas activos, con mucha energía, todo el día en casa y muchas veces aburridos. El celular se vuelve un “aliado”, pero como ya sabemos, la tecnología en exceso puede volverse perjudicial para muchos ámbitos del desarrollo infantil.
¿Qué hacer? Es difícil dar una sola receta puesto que todas las realidades son diferentes. Los tiempos, los espacios, el apoyo, los materiales con los que se cuentan en cada hogar varían. Lo importante es recordar que todo momento y cualquier ocasión pueden convertirse en un momento de aprendizaje y entretenimiento si hay imaginación. Revisamos algunas instancias en el hogar donde niños y niñas no dejen tampoco nunca de aprender:
Ir a comprar el pan puede convertirse, por ejemplo, en una entretenida visita a una gran selva, donde por medio de la narración del adulto, el niño o niña saltan obstáculos, observan animales salvajes, cruzan peligrosos ríos. El niño juega y aprende, en este caso motricidad gruesa, creatividad, entre otras. Es mucho más entretenido que simplemente ir a comprar.
Fomentar el vínculo parental por medio de actividades cotidianas. Poner la mesa juntos, ver una película, leer un cuento, incluso hacer la cama se pueden convertir en valiosas instancias. El mundo laboral y la escolaridad muchas veces consume la mayor parte de nuestro tiempo y las vacaciones son una excelente oportunidad.
¡Acampemos! Quizás no podemos ir de vacaciones, pero eso no tiene que ser impedimento para una linda jornada acampando en el patio, preparar juntos la merienda y disfrutar una estrellada noche de historias emocionantes. ¿No tengo carpa? Una sábana, cobertores y cojines son suficientes.
Cocinemos juntos. Pelar una naranja o un plátano no solo es divertido, sino que desarrolla su motricidad fina, las opciones son muchas: cocadas, brochetas de fruta, tuti fruti, por qué no un rico pan amasado con diferentes formas. La cocina siempre será llamativa para los niños.
Seamos artistas. Sabemos que no podemos pintar en cualquier parte de la casa, pero pegar dos pliegos de papel craft en una pared en particular, permite que el niño y niña pueda desarrollar su creatividad sin límites.
Los experimentos siempre son una experiencia de aprendizaje y de juego. Desde plantar un poroto y cuidarlo para que crezca, hasta experimentos más elaborados nos llevarán a plantear hipótesis, a comprobar y sin duda divertirnos.
Disfracémonos. Con la vestimenta y artículos que hay en casa podemos jugar a representar diferentes personajes. Desde a representar a los mismos integrantes de la familia hasta ser un gran súper héroe.
Como pueden ver, entretener a niños y niñas no debiese ser tan difícil, simplemente debemos utilizar nuestra creatividad e imaginación y entender que niño que explora, que experimenta, que ensucia su vestimenta, que crea, que imagina, es un niño o niña que aprende y que se desarrolla.
Karen Droguett Campos
Jefa Escuela Educación
CFT Estatal de O’Higgins.