Cerca de 100 profesores de religión católica de la Diócesis de Rancagua participaron en el Congreso Interdiocesano “Desarrollar la Inteligencia Espiritual: Para una educación del siglo XXI”, que se realizó desde el lunes 9 hasta el jueves 12 de enero, de forma on line y presencial.
El miércoles 11 de enero, correspondió la jornada presencial a los docentes de la Diócesis de Rancagua, es así como a partir de las 9 horas, desde diferentes comunas de la región comenzaron a llegar a las dependencias del Instituto O’Higgins de Rancagua, para participar en la exposición de Isabel Gómez Villalba, invitada internacional del Congreso, profesora de religión en Educación Secundaria, miembro de la delegación Episcopal de Enseñanza, del Arzobispado de Zaragoza, España. Días anteriores los docentes habían participado en jornadas on line que se dictaron en las diócesis de Concepción y San Felipe.
El Vicario para la Educación de Rancagua, padre Patricio Cavour, destacó que “esta ha sido una experiencia muy bonita y novedosa, dos arquidiócesis (de Santiago y de Concepción) y dos diócesis (de Rancagua y de San Felipe), se han unido para este proyecto formativo de verano, que ha tenido una muy buena respuesta, los profesores de religión han llegado desde diferentes comunas de la región y han sido muy participativos”, aseveró y enfatizó que “la temática ha sido muy interesante, la expositora es muy pedagógica”.
Por su parte, la expositora Isabel Gómez Villalba destacó la participación activa de los docentes: “Es emocionante compartir con colegas de aula, reflexiones y experiencias en torno a nuestra práctica educativa y al potencial que tiene la educación de la inteligencia espiritual y más concretamente las estrategias en el aprendizaje de servicio, que hoy hemos visto, ha habido preguntas muy interesantes y muy acertadas”, aseveró; y llamó a los docentes “a seguir construyendo redes de colaboración, porque ahí vamos a encontrar el apoyo mutuo y la necesaria formación, para llevar con acierto la práctica docente teniendo como centro la educación de las personas para que éstas sean capaces de transformar el mundo”. El congreso terminó el jueves, con una jornada organizada por el Arzobispado de Santiago.
