Muchos se preguntarán ¿porqué se ecuentra cercado el perímetro de la Parroquia San Francisco de Asis de Rancagua?, aquí la respuesta. Desde el jueves 19 de enero comenzaron los trabajos de demolición parcial del atrio de la parroquia ubicada en Estado #766, los que tendrán un plazo de ejecución de 30 dias.
Y es que el terremoto del 2010 hizo que el templo sufriera considerables daños y el proyecto para su restauración consideró reforzamiento estructural para que cumpla con la actual norma sísmica y repare sus daños, pero se dejó fuera el atrio porque no se apreció daños que hicieran necesario intervenirlo.
A comienzos de 2019 la obra de restauración del templo llegaba a su fin y se iniciaron trabajos menores en el atrio, durante los cuales surgieron indicios de deficiencias constructivas y soluciones que no cumplían con las normas legales. Se pidió un diagnóstico profesional y se emitió un informe que concluía daños importantes, signos de debilidad en la estructura, elementos que no cumplen la normativa y sospecha de problemas que lo llevaron a recomendar un estudio más profundo.
DAÑOS IMPORTANTES
En aquel entonces, por indicación del Gobierno Regional, la Dirección de Arquitectura del MOP se contrató especialistas que tomaron muestras del atrio para su análisis informe que sirvió de base para el nuevo estudio que concluyó la existencia de daños importantes en la estructura e incumplimiento de actuales normas legales, lo que hacía necesario un reforzamiento estructural de gran envergadura que le asegure solidez, resistencia y firmeza, además de cumplir la actual norma sísmica.
Según esos estudios, el atrio en sus actuales condiciones presentaba un alto riesgo para quienes transitan por su alrededor, con peligro de desprendimientos y eventual desplome, si hubiera un sismo de relativa magnitud.
Fue por esto que se consideró de manera urgente resolver este riesgo con el reforzamiento del atrio actual o reconstrucción de un atrio nuevo. Frente al reforzamiento del atrio actual se señaló que era más caro reforzar que demoler optando por la segunda alternativa para lo cual la Iglesia asumió la demolición del atrio ya que ni el Estado ni la Municipalidad pueden financiar este tipo de obras, salvo que sean parte del proyecto de reposición, lo que demorará un par de años.
Por tratarse de una zona y un edificio de Conservación Histórica, el alcalde de Rancagua Juan Ramón Godoy pidió la autorización correspondiente para demoler, al Seremi de Vivienda y Urbanismo quien, el 19 de abril de 2022, emitió el oficio n° 558 que autoriza la demolición con lo que la Municipalidad puede decretar su ejecución, documento fechado 8 de diciembre de 2022.
TRABAJOS
Con todo, este jueves recién pasado se dio inicio a los trabajos de demolición en la citada parroquia por lo que el parroco de la parroquia San Francisco de Asis, Arul Dash informó a la comunidad “Desde el jueves 19 de enero comenzaron los trabajos de demolición parcial del atrio de la parroquia ubicada en Estado #766, trabajos que tendrán un plazo de ejecución de 30 dias corridos”.
El sacerdote agregó a la comunidad que “Con el terremoto de febrero de 2010, el templo sufrió considerables daños y en el proyecto para su restauración se consideró reforzamientos estructurales cumpliendo las normativas sísmicas, pero se dejó fuera el atrio porque no se apreció daños para interevenir. En el año 2017 y durante dos años, se realizó la obra de restauración y solo trabajos menores en el atrio sugiriendo indicios de deficiencias constructivas y en el año 2019 tras diagnóstico profesional, se emite un informe que concluye con la presencia de daños importantes en su estructura e incumpimiento de actuales normas legales”.
A lo que el director ejecutivo de la Fundación La Santa Cruz del Obispado de Rancagua, Roberto Urbina expuso “el actual atrio era un peligro, porque en un sismo grande, fuerte pueden caer pedazos o puede caerse entero y derrumbarse, y eso significa, un daño que puede provocarle a mucha gente, incluso a los transeúntes”.
El padre Arul agregó que “Ante las alternativas de reforzamiento o demoler para su reconstrucción, este último era de menor costo que asumiría la iglesia ya que ni el estado ni la municipalidad pueden financiar este tipo de obras , solo pueden ser parte del proyecto de reposicion que demora unos dos años”.
El sacerdote finalizó agradeció que no se lamentaron daños “Tras el temor y a angustia del posible peligro, las instrucciones de nuestro Obispo Guillermo Vera de demoler lo más pronto posible, significando para la Iglesia un gasto cercano a los 50 millones de pesos. Gracias al Señor y a la Virgen que todo este tiempo de espera no se lamentaron daños”.
Cabe mencionar, que las eucaristias se seguirán celebrando en sus horarios habituales en la capilla ubicada al interior del templo.