El 30 de enero de 1876, se realizaron las solemnes ceremonias de inauguración del nuevo Templo Parroquial de Rancagua. La iglesia fue erigida en el mismo sitio en que estuvo el primer templo que fuera casi totalmente destruido en la feroz batalla del 1 y 2 de octubre de 1814.
Desde que fue restaurada la Independencia de Chile, tras las batallas de Chacabuco y Maipú, se trazaban planes para la reconstrucción de la Iglesia, pero se tropezaba con la falta de fondos para iniciar los trabajos.
Pasaron los años, hasta 1860, siendo Cura y Vicario el benemérito sacerdote, presbítero don Francisco Troncoso, de recodada memoria para los rancagüinos de aquel entonces. Sobre las ruinas del antiguo templo se comenzó a construir uno nuevo, que sería orgullo de la católica grey de la ex Santa Cruz de Triana. Al fallecer el señor Troncoso, que había puesto todo su entusiasmo en la construcción de la nueva Iglesia, se suspendieron las tareas por algún tiempo. Se tuvo que trabajar durante 15 años más y en 1876 la obra fue terminada bajo la dirección del cura señor Joffre a quién le correspondió inaugurar la nueva Iglesia.