Los veranos cada vez se vuelven más calurosos y aunque nuestro cuerpo dispone de mecanismos para regular la temperatura corporal, a veces no es suficientes y se puede padecer de enfermedades por el calor. Si bien el cuerpo se enfría mediante la sudoración, puede suceder que, en los climas calurosos, especialmente aquellos que tienen altos niveles de humedad, el mecanismo no sea suficiente para enfriar el cuerpo.
TRASTORNOS PRODUCIDOS POR EL CALOR
Los trastornos producidos por el calor resultan ser la falta de acción de los mecanismos fisiológicos que mantienen la temperatura corporal ante una sobrecarga de calor interna o ambiental.
Según el enfermero de la Sede Viña del Mar de Grupo Cetep, Sebastián Espinoza López explica que, “si bien cualquier persona puede sufrir en cualquier momento una enfermedad relacionada al aumento de temperatura, algunas personas corren mayor riesgo que otras”
Entre esos están los bebés y niños pequeños, las personas de 65 años o más, las personas con sobrepeso, las personas que se esfuerzan demasiado cuando trabajan o hacen ejercicio, las personas que tienen una enfermedad física, especialmente una afección cardiaca o presión arterial alta, o las que toman ciertos medicamentos, como los que se usan para tratar la depresión, el insomnio o los problemas de circulación.
Además, señala que, entre las enfermedades o trastornos más comunes, se encuentran los golpe de calor donde se siente alta temperatura corporal como piel caliente-enrojecida-seca-húmeda, pulso acelerado y fuerte, dolor de cabeza, mareos, náuseas, confusión, pérdida del conocimiento (desmayos);
Agotamiento por calor donde aparece sudor abundante, piel fría-pálida-húmeda y pegajosa, pulso rápido y débil, nauseas o vómitos, calambres musculares, cansancio o debilidad, mareos, dolor de cabeza, desmayos.
A esto se le suman calambres por calor, donde se presenta sudor abundante durante ejercicios físicos intensos, dolor o espasmos musculares. Le siguem las quemaduras solares, piel adolorida, enrojecida y tibia; ampollas en la piel, sarpullido por calor y grupos de pequeñas ampollas rojas que parecen granitos en la piel (generalmente en el cuello, el pecho, ingle o en pliegues de los codos).
¿CÓMO PROTEGER NUESTRA SALUD CUANDO HAY ALTAS TEMPERATURAS?
Es fundamental seguir esta serie de consejos que dice el enfermero de Grupo Cetep Sebastián Espinoza, para prevenir cualquier tipo de problema de salud cuando hay temperaturas muy elevadas.
Hidratación: Se sugiere beber 2 litros de agua al día en adultos, a menos que su médico lo haya contraindicado; preferir el agua pura (se puede saborizar de manera natural con limón, pepino u otros frutos). No consuma bebidas alcohólicas o azucaradas (aumentan la deshidratación). Por otro lado, las bebidas deportivas pueden ayudar a recuperar las sales y minerales que se perdieron al sudar.
Uso de filtro solar: Se sugiere aplicar protector solar (SFP) sobre 30, media hora antes de exponerse al sol; reiterar aplicación cada 2 horas. Las quemaduras solares reducen la capacidad del cuerpo para enfriarse y pueden causar deshidratación.
Uso de elementos protectores: También puede proteger su cuerpo mediante el uso de un sombrero preferiblemente de ala ancha tipo legionario, lentes de sol y prendas de ropa con protección UV.
Uso de ropa adecuada: Elija ropa liviana y holgada.
Planificar cuidadosamente las actividades al aire libre: Trate de limitar sus actividades al aire libre en momentos que el sol no genere una mayor exposición, como en la mañana o el atardecer. Descanse a la sombra con frecuencia de manera que su cuerpo tenga la oportunidad de recuperarse.
Vaya a su ritmo: Intente planificar su actividad física en momentos que el sol no esté tan expuesto. Vaya a un área fresca, o al menos a la sombra, y descanse, en especial si sufre mareos, confusión, debilidad o pérdida del conocimiento.
Evite las comidas calientes y pesadas: Preferir el consumo de comidas livianas, como ensaladas, verduras, frutas o jugos, que ayudan a reponer el líquido y las sales perdidas por el exceso de sudoración.