Nuestro país, está viviendo uno de los veranos más calurosos de la historia y con ello uno de los escenarios más complejos en cuanto a incendios forestales se refiere. Y es que las altas temperaturas están provocando un gran número de siniestros en el centro y sur de Chile manteniendo múltiples focos activos.
Esta situación ha encendido todas las alarmas, no sólo por la gravedad del asunto; sino también por las consecuencias que puede tener respirar un aire contaminado para la población en general, y en especial para los enfermos crónicos.
Según los datos entregados por las cuatro estaciones de monitoreo -ubicadas en Rancagua (2), Rengo y San Fernando- la calidad del aire para el valle central de O’Higgins este miércoles era de alerta ambiental en las estaciones de Rancagua I y II y San Fernando, mientras en la estación de Rengo, arrojaba regular. Esto debido a la condición de los vientos que han arrastrado hacia el valle central de O’Higgins, la masa de humo provocada por los incendios forestales ocurridos en el sur del país.
Es por eso que conviene conocer los efectos que puede tener en la salud el humo de los incendios y qué precauciones se deben tomar.
EFECTOS DE LOS INCENDIOS DE FORMA DIRECTA
En los incendios forestales hay dos elementos peligrosos: monóxido de carbono y gases irritantes. El primero, en un grado alto puede llegar a provocar la muerte; mientras que los gases irritantes provoca problemas en las partes superiores de las vías respiratorias: picor de ojos y nariz, tos y estornudos. La exposición continua a estos gases también afectan a las vías respiratorias inferiores, tráquea y pulmones; los efectos pueden ser ronquera y fatiga por falta de oxígeno.
Así lo indica el broncopulmonar de Clínica Santa María Dr. Mauricio Salinas “Los incendios generan combustión de materiales orgánicos u otro tipo de material y producen gases tóxicos de distinta naturaleza y material particulado en suspensión. Estas sustancias gases y material particulado lo que producen es irritación de los ojos, la nariz, toda la vía aérea superior, faringe, laringe y también pueden irritar la vía aérea inferior, especialmente en personas susceptibles como los asmáticos, los pacientes con enfermedades obstructiva crónica y producir tos, síntomas sin tener una bronquitis, falta de aire u obstrucción bronquial”.
Por su parte, el jefe de la Unidad Coronaria de Clínica Santa María, Dr. Aníbal Zamorano, expuso que “Los efectos de los incendios son principalmente por dos cosas a nivel del corazón. La primera, es por el efecto tóxico del humo y el segundo por el aumento del calor que se produce en esas zonas. Es por eso que es importante que los pacientes que tienen patologías cardíacas documentadas, cardiopatía coronaria, insuficiencia cardíaca, arritmias de importancia, tienen que evitar ojalá estar en estos sectores donde se producen los incendios forestales. Es sabido que con los incendios se produce mayor cantidad de paros cardiorrespiratorio y descompensación de las patologías cardíacas”.
En tanto, el intensivista broncopulmonar de Clínica Las Condes, Dr. Claudio de la Hoz, añadió que “los efectos agudos del material particulado grueso son irritación de la vía aérea, irritación ocular, puede haber población en susceptible en población que tiene patologías obstructivas puede haber patologías de aumento de la obstrucción de mayor sintomatología de aumento de los síntomas de su enfermedad basal. Pero el tipo de material particulado más pequeño, puede llegar más profundamente hacia las vías respiratorias, acumularse y tiene efectos que pueden ser cansinogénicos, protrombóticos y otro tipo de efectos que a largo plazo pueden ser bastante graves. La recomendación es que la gente no se exponga al humo y evite la actividad física al aire libre”.
Para complementar, el broncopulmonar de Clínica Isamédica, Dr. Fernando Soto sumó que “Hay varias cosas que se pueden hacer en este escenario que estamos viviendo, el primer efecto que uno tiene frente a este aumento de contaminantes sobre todo los producidos por incendios forestales es la presencia de irritación en las mucosas, ojos, la conjuntiva, la nariz, la garganta, son los primeros que se irritan en las personas más frágiles que son los niños y los adultos mayores”, indicó.
Por eso -el especialista agregó- en las zonas de incendio “una de las cosas que se solicita son gotas oftálmicas descongestionantes, se recomienda usar gafas herméticas para impedir que caigan los contaminantes directamente a los ojos y se está recomendando fuertemente el uso de mascarillas, sobre todo las KN 95 y la de norma europea la FFP2 que filtran todo el material particulado y garantizan que uno respira un aire libre de esas partículas”, indicó.
De este modo, las personas que tienen problemas crónicos de respiración, así como las mayores, deben extremar las precauciones, aunque los consejos de prevención son los mismos que para el resto. El humo suele provocar una reacción que agrave los problemas de la enfermedad de base que se padece. En el caso de los asmáticos, suele suponer un nuevo brote de falta de aire y que requerirá que se tome la medicación habitual en estos casos, como los inhaladores para abrir los conductos de respiración.
EN DISTINTA MEDIDA LA NUVE DE HUMO NOS AFECTA
No obstante, cuando el incendio está lejos, las concentraciones de monóxido también afectan, pero de un modo más relativo, como puede afecta la contaminación de la ciudad en el aire y de cada persona.
Así lo explica el broncopulmonar rancagüino “hace un daño, pero no tan notorio, porque no tenemos material particulado grueso (PM 10) directamente, porque no está llegando el hollín que tienen en la zona de los incendios en el sur; pero sí el material particulado más fino (PM 2.5) que flota en el aire, que es traído por los vientos y contribuye al aumento de material particulado fino que ya tenemos en la región y en la ciudad”.
El especialista recordó que el 2013 cuando se midieron las estaciones de monitoreo a poco tiempo de partir, “Osorno era la ciudad más contaminada, luego venía Temuco, Rancagua, Santiago y eso no ha cambiado. Cualquier agregado, sobre todo material particulado fino, aumenta la exposición tóxica para las personas que vivimos en la región”, indicó.
En esta materia, el ex director del Servicio de Salud O’Higgins, añadió que “Lo preocupante en el largo plazo, es que esta presencia casi permanente, periódica y anual de incendios forestales, aumenta la tasa de partículas y contaminación que tenemos en la región y se generan efectos crónicos y está probada la relación de contaminaciones ambientales mantenidas por largo tiempo, por ejemplo desarrollo de enfermedades cardíacas, cardiovasculares, infartos cerebrovasculares y en el caso de la parte respiratoria, propensión a neumonía, desarrollo de Enfermedad Bronquial Obstructiva Crónica (EPOC), e incluso cáncer, eso está demostrado por la ciencia”, subrayó.
En esta línea el especialista recomendó que “la gente ojalá circulara con mascarilla, que no haga actividad física porque el aumento del metabolismo y el intercambio de volumen de aire al respirar expone a respirar más partículas. Recomiendo mascarillas, gafas hereméticas, si tiene irritación en los ojos contar con algunas gotitas descongestionantes y los que tienen enfermedades respiratorias con mayor razón usar mascarilla y no hacer actividad física, porque significa respirar mayor cantidad de partículas que pueden irritar los bronquios y obstruirlos en aquellos que tienen problemas respiratorios”.
Respecto al Plan de Contaminación Ambiental para PM 2,5 que actualmente se encuentra en Contraloría, una herramienta para hacerle frente a la contaminación que existe en la región de O’Higgins, el broncopulmonar expuso “siempre hay cosas que se pueden mejorar, el poder disponer de estaciones de monitoreo que estén siempre operativa, las cuatro que tenemos, no siempre están monitoreando; sería ideal contar con más estaciones de monitoreo no solo en ésta, sino en otras grandes ciudades y el resto de la región también”.
En este contexto el médico añadió “El poder fiscalizar y medir tiene que ver con poner personas capacitadas y fiscalizadores que pueden ir a comprobar que se esté cumpliendo la normativa, las quemas controladas o autorizadas es un tema que hoy debiera ser visto como algo absolutamente contrario a la lógica, son temas en los que debemos ser mucho más firmes y trabajar más rápido. Se nos están acabando los plazos para poder hacer maniobras efectivas que protejan la salud de las personas. Si nos seguimos moviendo a esta velocidad, vamos a llegar tarde”.
Este escenario, es algo que tenemos que tener asumido, igual que los episodios de contaminación. Así, durante varios días el cielo estará cubierto de humo.