El jueves en la noche sonaron las sirenas de bomberos
Pero esta vez no se trataba de la paila que llamaba a los voluntarios al combate de las llamas, no era el ulular que indica a estos hombres y mujeres que el deber que voluntariamente aceptaron los llamaba. Era la despedida de Rancagua a uno de sus hijos, al ex director de la primera compañía del Cuerpo de Bomberos de Rancagua don Alexis Pérez.
Durante su larga vida bomberil no solo dirigió su compañía, sino que por dos años también fue Tesorero General de la institución, falleciendo a pocos días de cumplir 50 años de servicio
Si bien estos años han sido varios los ilustres bomberos que han partido, por la pandemia no se había podido realizar funerales con todas las tradiciones. Así la despedida de don Alexis este jueves fue el primero desde la pandemia.
Todo parte desde su cuartel, en la calle O´Carrol, donde fue velado, posteriormente en la catedral de Rancagua se realizó una misa por su eterno descanso.
Tras la misa su cuerpo es transportado en el carro Mack, reliquia de la bomba O´Higgins, carro que tantas veces fue tripulado en su juventud por este director para combatir un incendio y que hoy lo va a dejar al cuartel celestial.
Una banda preside del cortejo, formado por delegaciones de bomberos de Cachapoal Norte y por las 8 compañías del Cuerpo de Bomberos de Rancagua. Los bomberos de la compañía doliente -la primera- escoltan el carro reliquia el que también es rodeado por los estandartes de las compañías de la capital regional.
En todo el trayecto hasta el cementerio numero 1 el fuego marca un especial simbolismo. No solo es el enemigo fiero al que combaten los bomberos sino que también marca una tradición que nace a mediados del siglo 19 en Valparaíso, cuando en una época compleja desde el punto de vista político la autoridad de turno no permite la realización del funeral de un bombero, entonces sus compañeros de manera clandestina lo despiden en la noche iluminándose con antorchas. Por eso el funeral se realiza de noche y las compañías portan antorchas.
El cortejo partió desde la catedral hacia cuevas, después hasta San Martin la alameda y hasta el cementerio numero 1, junto a la escultura al bombero voluntario.
En el frontis del cementerio los bomberos le rinden un último homenaje, las delegaciones visitantes y 7 de compañía de Rancagua desfilan rindiendo honores a quien despiden, a la compañía doliente y al directorio general, para posteriormente ingresar al cementerio al Mounsoleo de Bomberos donde es despedido por el ulular de las sirenas de los carros de bomberos presentes en el lugar, al mismo tiempo que como manera de agradecimiento y tradición se le entrega el uniforme de gala y la hoja de servicios a la familia mientras don Alexis Pérez es recibido en el cuartel celestial.