Por: Mariel Fernández Moris
Marco Lara
En la Población William Braden al nororiente de la ciudad de Rancagua, vive la familia Chamorro Tamayo que la componen el jefe de hogar Moisés y la madre Arsenia ambos tienen dos hijos: Analía y Alonso. La pareja de hermanos tiene algo en común, ambos padecen el síndrome de Usher una enfermedad genética poco común que afecta tanto la audición como a la visión.
La hija mayor de la familia, Analía tiene 23 años cursa quinto año de la carrera de Derecho en la Universidad de O´Higgins. Nos comenta que “como hermana entiendo totalmente al Alonso, dado que a ambos nos ha tocado la vida difícil, nos han cerrado las puertas en la cara, nos han dicho muchas cosas debido a nuestra discapacidad entonces para mí ver que se esta repitiendo la historia, el mismo patrón que tuve que pasar yo para llegar a la universidad me parece una injusticia muy grande, Dado a que yo que estudio leyes sé que el derecho a la educación es un derecho fundamental consagrado en nuestra constitución y ver que lo privan de ese derecho es algo muy injusto”.
Recalca que “las personas con discapacidad somos sujetos de derecho ante todas las cosas, nunca seremos sujetos de caridad, somos capaces de muchas cosas, si nosotros tenemos metas estas se van a cumplir siempre y cuando tengamos la buena voluntad de los terceros. No somos extraños, somos personas que nos esforzamos por lograr donde estamos que tenemos un largo camino por recorrer y nosotros no tenemos miedo de enfrentarnos en esta sociedad, porque es la lucha que nosotros tenemos que debemos dar día tras día”.
La progenitora de ambos jóvenes nos cuenta sobre la enfermedad que les fue diagnosticada a sus dos únicos hijos. “Yo supe de la enfermedad de ellos, cuando Analía tenía nueve años que empezábamos a ver que tenía problemas para escuchar empezaron hacerle estudios y ahí detectaron de la gravedad. En ese entonces, Alonso tenía nueve meses de haber nacido y cuando él cumplió el año descubrieron que tenía el mismo problema de su hermana, es una condición genética donde los estudios dijeron que yo y mi esposo somos portadores, es un caso uno en millones”
Además, de lo complicado que ha sido el proceso para la familia, “la discapacidad de mis hijos fue muy fuerte, yo creo que nadie esta preparado para quedar ciego y sordo a la vez. Hay que cambiar una vida al 100% hay que adaptarse a todo. Preparamos a Alonso, le enseñamos braille , a andar con bastón, a manejarse en la casa, todo hicimos. Él hace un año quedó ciego y Analía a los 16, siempre les he enseñado a luchar con lo que venga. Yo les digo ustedes están adelante y yo atrás, estaré para ayudarlos para acompañarlos. Muchas personas están con ellos”.
Por otro lado, nos menciona que “Alonso salió de octavo básico con promedio 6,7 sacando el segundo lugar, mérito completamente de él, nosotros como papás hacemos un porcentaje pero ellos colocan la gran parte. Ellos tienen que cumplir sus sueños”.
Ahora bien, en cuanto al proceso de postulación para poder acceder a la educación media nos dice que “todo comenzó por admisión en el mes de octubre, hice todo lo que correspondía. Él quedó en lista de espera, donde tenemos que esperar hasta el 01 de marzo si es que quedan vacantes. Fui a hablar a todas las instituciones de la educación aquí en Rancagua, para saber que sucede donde me decían que tenía que esperar y me daban opciones de colegios técnicos, que claramente Alonso no calza, puesto que necesita uno científico humanista para ir a la universidad.
Recalca que “no está matriculado en ningún colegio o liceo y estoy esperando hasta el 27 de marzo para ir a hablar con la directora del liceo Oscar Castro”. Por último, sobre si ha conversado con el Ministerio de Educación nos destaca que “ he hecho de todo, he hablado con muchas personas y he ido a reuniones pero no se puede hacer nada hasta el 01 de marzo”. Hace un llamado a las autoridades refiriéndose a que “es tiempo que entiendan el contexto de las personas con discapacidad”.
Casos como el de Alonso dejan entrever una realidad educacional en nuestra región que es enfocada hacía establecimientos formativos que cuenten con programas de integración escolar y si estos son capaces realmente de aplicar dichas estrategias pedagógicas de tipo diversificadas incluyendo, por lo tanto, a niños y jóvenes sin distinción alguna.
La voz de la CORMUN
La Corporación Municipal es la encargada de administrar 36 establecimientos educativos de la comuna, atendiendo a más de 19 mil estudiantes de enseñanza escolar y más de 500 estudiantes de educación preescolar. Definida su función, es que nuestro medio de comunicación pudo coordinar una entrevista con el director división de educación, Sergio Fuentes.
¿En estos colegios existen Programas de Integración Escolar y si existe supervisión en estos establecimientos?
“Hoy día todos los recintos educacionales, no tan solo de la comuna sino de la región y del país deben contar con un programa de integración, si nos vamos a la comuna de Rancagua todos los tienen desde la prebásica hasta la enseñanza media que es el programa PIE, donde hay especialistas que se dedican, ven los casos específicos y puntales de cada curso con respecto a este ámbito. Tenemos una cantidad importante de alumnos en la comuna de Rancagua dentro del departamento de educación tenemos especialistas en esa área, tenemos psicólogos, asistentes sociales y encargados de convivencia escolar son ellos los que ven que todo lo que emana de la Superintendencia de Educación con respecto a la estructura de cómo debemos a acompañar a los alumnos lo hacemos estamos bajo una norma que es la que corresponde”.
En cuanto al caso de Alonso, ¿Qué proceso debería seguir la familia?
“Acá hay un proceso enfocado hacía la matrícula que no depende de la comuna, sino que es nacional y que tiene que ver con que cada alumno postula de acuerdo a prioridades dentro de los colegios o liceos que quiere, no siempre los alumnos quedan donde escogen. Esta estructura se define de acuerdo a donde vive y si tiene más familiares estudiando en dicho liceo en base a eso se toman decisiones que no la tomamos nosotros. Siempre hay casos que se escapan a voluntad de la familia y esos son especiales debemos ver como lo podemos tomar para que efectivamente los alumnos estén estudiando donde quieran estar. Eso es un tema hoy en día.
Nosotros como corporación municipal estamos llanos a ayudar y acompañar para buscar la mejor solución para que la familia este tranquila”.
Entonces, ¿la solución por parte de la corporación es hablar primero con la familia y ver en conjunto una respuesta para que el niño este cómodo?
“Lo primero es recabar la información puntualmente en saber cómo fue la postulación de él si efectivamente postuló en primera prioridad y buscar antecedentes de porque no quedó en ese colegio donde él quería estar. Una vez que tengamos eso, ver cómo podemos de alguna manera ayudar para que efectivamente quede en el establecimiento con todo aquello estaremos en condiciones de poder una respuesta concreta dentro de lo posible”.
Hay que tener en consideración, que queda muy poco para el comienzo de clases, ¿Cuándo se daría esa respuesta?
“Claro, debemos recabar la información rápidamente. Esperamos tener una solución entre martes o miércoles de esta semana que entra, esto no es un tema tan lento yo creo que puede ser rápido, pero necesitamos ese contenido tal como se mencionó, no es algo que manejábamos, pero no por eso no nos haremos cargo. Es importante destacar que nuestro deber es que todos los alumnos y alumnas de la comuna de Rancagua estén en el proceso de aprendizaje, hoy en día estamos trabajando y vamos a buscar las soluciones para que las familias estén contentas donde estarán estudiando sus hijos”.