En el año 1791, el Subdelegado de Rancagua, don Juan Antonio Cortés Madariaga, recibió un oficio firmado por el Gobernador del Reyno, don Ambrosio O’Higgins (padre de don Bernardo). En ese documento proponía que para solucionar los problemas creados en torno a la elección del futuro Cabildo de Rancagua, la elección se hiciera anualmente y que propusiera a algún vecino para que fuera designado.
El Subdelegado respondió, con fecha 25 de febrero, que habiendo consultado el tema con algunos de los principales vecinos de Rancagua, creía conveniente que, por esta primera vez, el señor Gobernador designe a un Alcalde y que en los años sucesivos se procediera a la elección.
Le agregaba que “para este empleo me parece de los más beneméritos don Bernardo de la Quadra”, por el cual le proponía su designación.
De inmediato, con igual presteza y dinamismo, tres días más tarde, el Gobernador emitía la siguiente resolución:
“Me conformo con esta propuesta y en su virtud nombro a Don Bernardo de la Quadra para Alcalde ordinario de la Villa de Santa Cruz de Triana, partido de Rancagua, para el presente año de 1791 y se remita al Subdelegado testimonio de este decreto, para que haciendo poner al interesado en la posesión de aquel empleo y tomada razón de él donde corresponde, se le entregue para que le sirva de título”.
La Resolución fue fechada el 28 de febrero de 1791, en un día como hoy. Por lo tanto, se están cumpliendo en este día justamente 232 años, desde la creación del Primer Cabildo, antecesor de la actual Municipalidad de Rancagua.