“Yo empecé este emprendimiento después de la pandemia, tras haber terminado una relación de pareja de muchos años y donde él era mi socio en una agencia de comunicaciones y publicidad. Por sanidad mental di un paso al lado, y comencé con varias pruebas y ensayos, hasta llegar finalmente a Tania Gourmet. (…) una amiga me invitó a ayudarle a armar arreglos florales a un evento y luego a preparar ramos de flores para un emprendimiento de desayunos a domicilio que yo admiraba mucho por la calidad y cuidado de la marca – Tania es periodista y publicista- así me inspiré y partí. Y fue rápido ya que gracias a Dios pude poner todos mis conocimientos en práctica, eso sin contar las redes que debo decir que para muchas mujeres emprendedoras son el mayor obstáculo. Pero a mí me educaron mujeres. Mi madre, mi abuela, mis tías, las colegas de mi madre. Todo lo que he aprendido en mi vida vino de ellas”.
Tania Arce educó a tres hijos sola. Hoy los dos mayores son profesionales de las universidades de Chile y Católica, y la menor, además de haber sido puntaje nacional en la antigua PSU, cursa cuarto año de medicina también en la universidad de Chile. Dice que trabajó desde muy niña, partiendo como temporera cuando tenía 16 años, sin embargo siempre le atrajo el emprendimiento. “Vendía Súper Ocho en el liceo; y en la universidad vendía mermeladas caseras y rosquitas. Siempre me las arreglé porque eran tiempos duros”.
La invitación de esta mujer empresaria es a que las mujeres realicen sus sueños. No los dejen pasar porque siempre va a haber una oportunidad. “Yo he tenido muchas redes de apoyo. Ahora mismo, debo señalar que entre quienes trabajamos en el rubro hay mucha solidaridad. Por ejemplo un problema es que no siempre uno puede ir a Santiago por algunos insumos como flores; y ahí Josefa Conejeros quien es un ícono en el rubro fue muy amable y se ofreció a traerme pues ella va siempre. O en el caso de la bollería, yo la compraba a una transnacional, hasta que Alondra Yañez, de Delicias Rancagua me dijo que me la podía hacer en forma exclusiva y hasta me ha dado muchos tips. Qué decir de uno de los banqueteros más prestigiosos de Rancagua, Juan Bautista, quien me ha enseñado mucho de lo que sé. Debemos ser solidarios, todos y todas, porque si a una le va bien, nos va bien al resto. Y es que acá no se trata solo de ser mujeres de gran valor y empuje, se trata de trascender en un ecosistema competitivo, y muchas veces incluso muy elitista”.