A lo largo de la historia, hemos escuchado frases como «detrás de un gran hombre siempre hay una gran mujer» o «su madre le enseñó bien, ella me enseñó bien», que demostraban que las mujeres siempre estaban presentes, pero no se les reconocía su papel en la sociedad. En este 8M y durante todo el año, hago un llamado a todos para que cambien la forma en que hablan de las mujeres cercanas, ya sea en casa, en el trabajo o en la vida social. Debemos reconocer todas las cualidades y características que no podrían ser realizadas por otra persona y premiarlas, destacarlas.
El feminismo no busca la igualdad biológica o psicológica entre individuos, ya que eso es imposible debido a que todos somos diferentes, incluso dentro del mismo género. El llamado del feminismo es lograr la igualdad de derechos, oportunidades y trato social, redistribución de roles según como se establezcan las relaciones entre los participantes y no por un estado de “estereotipos” que se generan en contextos sociales machistas. De esta forma, se disminuye la violencia social, según informan varios estudios.
Hoy llamamos a entender que el feminismo no es el antónimo del machismo, sino que busca la igualdad y no ejerce la violencia sobre el otro, algo que se confunde en ocasiones incluso por “intelectuales” de las redes sociales.
La inserción de nuevos géneros en los roles masculinos ha generado grandes avances en diversas áreas como la medicina, política, deporte, entre otros, donde siempre es mejor tener una gran variedad de miradas y una pluralidad de voces que enriquece nuestra sociedad. Incluso fortalece el crecimiento y la economía de los países, ya que al incorporarse más población activa al trabajo se puede generar un mayor crecimiento.
Entonces, si el feminismo trae tantos beneficios para todos, ¿por qué aún no hemos dado los grandes pasos para terminar con la desigualdad? Hoy hacemos un llamado a los políticos y empresarios para terminar con la brecha salarial de género, los castigos previsionales que llevan a menos pensiones para las mujeres y las tasas de interés más elevadas para ellas, a pesar de que tienen un mejor comportamiento de pago que los hombres. También los llamamos a terminar con los castigos a la maternidad y a generar leyes que integren la co-paternidad.
Además, hacemos un llamado a cambiar la forma de generar conocimientos, incorporando perspectivas y desarrollo de géneros como el caso de Patricia Brennan, pionera en la investigación de la sexualidad de las hembras en la fauna. Anteriormente, los estudios se centraban principalmente en los genitales masculinos, y solo el 8% de las investigaciones estudiaban hipótesis bajo el prisma de los genitales femeninos. La teoría de Brennan demostró que no solo las hembras debían evolucionar para encajar en las llaves – penes- de los machos, sino que en la mayoría de los casos son ellos los que tienen que evolucionar si quieren procrear.
Al igual que las hembras están constantes cambiando la evolución de las especies según las características que elige para seleccionar al macho progenitor, hoy el feminismo está transformando a las sociedades, cambios que llegaron para quedarse y que cada día se vuelven más importantes.
Alejandra Sepúlveda
Jefe de Informaciones.