Los sacerdotes diocesanos de la Iglesia de Rancagua participaron de su retiro anual, que se desarrolló entre el 13 y el 17 de marzo en la Casa del Ejercicios Alvernia en San Francisco de Mostazal. Los presbíteros acogieron la invitación del Obispo diocesano, monseñor Guillermo Vera, de comenzar este año, como es usual, con un retiro. Así, en un clima de oración, silencio y meditación, iniciaron cada día con el rezo de las laudes para continuar con una meditación y la Exposición al Santísimo Sacramento. Por la tarde, vivieron otra meditación y celebración de la eucaristía.
Para el clero de Rancagua ya es tradición partir el año con estos ejercicios espirituales, mientras que a las comunidades parroquiales de toda la diócesis se les pidió acompañar con la oración a sus sacerdotes.