Dorados Suite en San Fernando es una residencia premium destinada a los adultos mayores. Una difícil meta para quienes deben envejecer es poder hacerlo con dignidad, amor y mucha armonía y aquí lo ofrecen. Y así lo entiende la artífice de este lugar, Claudia Visscher Matus, quien tras vivir negativas experiencias con su madre enferma de Alzheimer, abrió el año pasado esta Residencia que recibe abuelitos y abuelitas.
Claudia es Ingeniero Civil de profesión con más de 20 años de experiencia y amante de su carrera. Fue hace dos años que cuestionó su camino laboral y decide independizarse, pero en un rubro muy diferente al que siempre se había desempeñado, la construcción y hormigones. Hoy lo hace desde una tarea llena de humanidad como lo es el cuidado de los adultos mayores. Hace un año funda esta residencia para el adulto mayor en pleno corazón de Colchagua, albergando a varios abuelitos con estadía parcial y completa quienes manifiestan su alegría de vivir ahí.
Históricamente, las mujeres han sido reconocidas como cuidadoras naturales. Las mujeres se encargan de cuidar de los hijos cuando nacen, crecen o enferman y además, de cuidar a los más mayores cuando envejecen o dejan de tener autonomía por sí mismos. Es por ello que Claudia forma un equipo de trabajo en Dorados Suite constituido solo por mujeres, todas ellas madres, trabajadoras esforzadas y con un gran cariño hacia los adultos mayores. “El motor de esta obra es el amor hacia las personas que requieren más cuidado en nuestra sociedad”, argumenta.
Parte de este equipo de mujeres expresan su real vocación en su quehacer diario con mucho amor, paciencia y dedicación. Son mujeres valientes y esforzadas que hacen honor al rol cuidador de la mujer. “Cuidar a un adulto mayor no es fácil, las mujeres tenemos más sensibilidad en nuestro rol de cuidadoras”, según comenta esta emprendedora.
CON ROSTRO DE MUJER
Dos chilenas y dos venezolanas son quienes apoyan a Claudia en la tarea del cuidado de los adultos mayores de la residencia Dorados Suite en San Fernando. Una de ellas es Julia Salas, oriunda de Colchagua, quien es dueña de casa, madre de dos hijos y posee una vasta experiencia en cuidado de adultos mayores. “Me gusta mucho el cuidado al adulto mayor ya que siento que hoy en día la gente ha dejado de lado a los abuelitos. Creo que uno les debe dar mucho amor ya que ellos lo necesitan y hacerlos sentir que son importantes para nosotros”, dice Julia.
“Como médico de profesión tengo inclinación por proteger a las personas más vulnerables, en este caso a los abuelitos ya que cada uno de ellos tienen una historia de vida y pienso que sus últimos años son para estar tranquilos, disfrutando a plenitud con todos los cuidados que ello amerita. Me siento con la satisfacción de que estoy aportando un granito de arena para ayudarlos”, describe Josmar Montes, venezolana, madre de una hija y médico de profesión. Ya lleva cuatro años en Chile desarrollando esta labor.
Noreliz Sánchez, lleva dos años en nuestro país y ahora apoya a Claudia en la residencia. Es enfermera de profesión y dice que es un gran gusto para ella atender a los adultos mayores y hacerlos sentir como su familia. “Devolverles el cariño que ellos entregaron en el pasado a sus seres queridos y que no sientan que están en un lugar frío, sino que, todo lo contrario, aquí le brindamos el calor de hogar”.
De la zona de Colchagua es Jessica Díaz, chilena, viuda y madre de un hijo. Hoy cuenta con una alta experiencia en el cuidado de personas mayores. “Es un gran desafío para mí. Tuve la fortuna de cuidar a mi abuelita de una enfermedad agresiva como es el cáncer estando con ella en todo su proceso. Le hice saber que no estaba sola y así como lo hice con mi familia también tengo la dedicación y el amor para los que residen en este hogar. Es que dar amor cariño y respeto no cuesta nada y quiero que se sientan acompañados. Me gusta hacer esto y tener lo más lindo, que son mis dos viejitos”, declara esta colaboradora.