Prácticamente todos los chilenos desde su más tierna infancia aprenden por qué el 21 de mayo es feriado; pero, ¿por qué celebramos esta festividad?
Muchas veces hemos escuchado que en Chile celebramos sólo derrotas, grandes victorias militares como la batalla de Chorrillos, Miraflores, Huamachuco, la batalla de Yungay o el combate que confirma la independencia del centro y el norte de Chile en Maipu, estos hechos si bien tienen su efeméride marcada en los actos escolares, no son celebradas con un feriado.
Analicemos entonces lo ocurrido el 21 de mayo de 1879. El monitor Huáscar con la Independencia burlan el plan ideado por el contralmirante chileno Williams, que esperaba encontrar a la flota peruana en el Callao y rompen el bloqueo que Chile mantenía del puerto peruano de Iquique, hundiendo un barco chileno. Todo indica que se trató de una derrota. Pero no es así, en una mirada más amplia se observa que La Esmeralda era un barco viejo, que casi no andaba por el mal estado de sus maquinarias. Materialmente no existe comparación con lo que significó para Perú la perdida de la Independencia, cañoneada por la Covadonga después que encallara en Punta Gruesa. Más allá del mito que forjara Grau con las intrépidas correrías del Huascar, el barco comandado por Moore era tan o más poderoso que el monitor, a lo que se suma que el rompimiento del bloqueo no significó un gran cambio en la situación estratégica del puerto de Iquique, el que fue abandonado por las tropas peruanas tras la toma de Pisagua por el Ejercito chileno. Iquique pasa a bandera chilena sin la necesidad de disparar un tiro.
Y en lo sicológico, en 1879, la gesta heroica de Prat es un punto de inflexión en una guerra hasta ese minuto impopular. Tras el combate, legiones de voluntarios se alistan en el Ejercito, incluso los hijos de la aristocracia santiaguina forman el regimiento “Esmeralda”.
El no rendirse, pese a la dificultad de la empresa, el luchar por un ideal. El mostrar que los mirados en menos pueden ser héroes, son los valores que hacen que este sea un feriado especial en Chile, a lo que se suma la caballerosidad en la victoria del almirante Grau ante los restos de su enemigo circunstancial. En el almirante está la muestra de que la guerra que sigue separándonos hoy no debiese ser más que una anécdota en la historia de los pueblos.
Luis Fernando González
Subdirector