RECORDANDO… Por Héctor González V.
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En Septiembre de 1810 los rancagüinos se impusieron de la convocatoria en la capital de un Cabildo Abierto, para tratar sobre la situación del Reyno de Chile.
Las Milicias de Rancagua fueron llamadas a mediados del mes, para reforzar los cuerpos armados de la capital, manteniendo el orden del día 18, señalado para el Cabildo. Así lo hicieron, ubicándose y desplegándose en los lugares que les fueron señalados. Esos milicianos rancagüinos, cuyos nombres no se conservan, fueron testigos anónimos de los grandes acontecimientos de aquel glorioso día.
Hay testimonios de que los vecinos de Rancagua, don Fernando, don Francisco Javier y don Isidro Errázuriz y Aldunate, estuvieron presentes en el famoso Cabildo histórico. Así mismo los hermanos Francisco Egidio y José Ignacio de la Cuadra y Armijo, también vecinos de Rancagua.
La noticia de la realización del Cabildo y de sus acuerdos y de la instalación de la Primera Junta de Gobierno llegó a Rancagua dos días más tarde, el 20 de septiembre. Ese día arribaron a la villa los miembros de una Comisión especial que presidían don José María de la Rosa y don Anselmo de la Cruz. Ellos traían un valioso documento: una copia del Acta de la Junta de Gobierno, la que fue dada a conocer a las autoridades y principales vecinos.
Un gran regocijo se manifestó en todas partes, mientras se hacían las más diversas conjeturas sobre el significado que tendría para el Reino la creación de esa Junta que, según se dijo, estaba destinada a gobernarlo mientras se prolongaba la prisión del Rey Fernando VII de España, por parte de Napoleón.
Como era natural, hubo opiniones diversas entre los rancagüinos. Muchos demostraban abiertamente su felicidad por el paso que se había dado, mientras algunos no podían ocultar sus reticencias.
Pero el paso del tiempo, los años y de más de dos siglos, han demostrado que el 18 de septiembre es la fecha magna de la Patria!…
(Del libro “Rancagua en la Historia”)