Es sabido el aumento paulatino de la población carcelaria del país que incluso ha ido en aumento antes de lo presupuestado. Ante ello, recordemos que el presidente Gabriel Boric, en su cuenta pública de junio pasado, anunció que durante su Gobierno se aumentará en al menos un 12 por ciento la capacidad del actual sistema carcelario.
“Planeamos de aquí al 2026 aumentar en más de 7 mil las plazas disponibles carcelarias en el país”, dijo el subsecretario de Justicia, Jaime Gajardo, según indicó en una entrevista a Emol publicada hace algunos días. Para alcanzar dicho objetivo, detalló, se construirán dos nuevos complejos (Biobío y Maule), se habilitarán otros dos y se ampliarán cuatro más (Tarapacá, Antofagasta, La Serena y Rancagua).
Al tanto de este enunciado, el seremi de Justicia, el abogado Eduardo Marchant, concuerda que a nivel país se registra una sobrepoblación penal, pero que Rancagua se mantiene dentro de los límites. “Tras cuenta pública del presidente Boric se manifestó que debía ampliar la capacidad de las cárceles en Chile. Hace más de 10 años que no se construye una en el país, y la necesidad va aumentando”, señaló en entrevista con El Rancagüino. “Se requiere de al menos 12 por ciento a 15 por ciento de aumento de la capacidad total, ósea que cada centro debería aumentar en esa cifra su capacidad”.
De acuerdo a su información, nuestra región sigue siendo la tercera o cuarta con más reclusos en el país. “Tenemos alrededor de tres mil personas privadas de libertad en total a nivel regional. La cárcel de Rancagua se lleva la mayor cantidad con 2.367 plazas, y se mantiene a una tasa del 98 por ciento aproximadamente de ocupación. No sobrepasa el 100 porque es una cárcel concesionada (la primera construida en el país y aún le quedan dos años de concesión). Pasarse de esta cantidad significaría una multa”, agregó.
AMPLIACIÓN
Se sabe que la cárcel de Rancagua está emplazada en terrenos propios y donde se permite una ampliación, no teniendo que recurrir al plano regulador. “No es el caso por ejemplo de la cárcel de Santa Cruz que está en medio de la ciudad. Y eso tiene que ver con la fecha de construcción de estas, esta última data de 1940”, explicó la autoridad regional.
Sobre lo que ahora viene para el recinto en Rancagua, detalló que debe haber un proyecto y una planificación previa la cual toma algún tiempo. El proceso de construcción de esta ampliación dependerá de varias etapas. Aún está muy en proyecto y la fecha de inicio de las obras se tiene que ver casi al final, incluso una vez realizada la licitación. Se va a desarrollar, ya se está analizando, pero tiene un tiempo de diseño que aún resta. Hay que ver la capacidad, hacia dónde va a crecer, cuáles serán los módulos a instalar y con la lógica que necesitamos más plazas sí o sí”.
Sobre la capacidad que se necesita, el abogado habla de un aumento de los delitos que derivan en prisión efectiva y un endurecimiento de las penas, en la actualidad. “La Cárcel de Rancagua, al ser tan grande, permite una segmentación adecuada, lo que no sucede en otros lugares y cuando hay hacinamientos”. Y agregó que la clasificación de los reos es muy relevante a la hora de hacer efectivo un proceso de intervención con ellos. “La más básica es entre imputado y condenado, y después viene una separación en base a su compromiso delictual, en virtud del tipo de delito, etc. Y por lo tanto es necesario contar con el espacio suficiente para hacer este tipo de segmentación”.
Mientras, en Rancagua-prosiguió- afirmó que hay un trabajo significativo. “Tras las muertes al interior de este penal, se hizo una intervención muy fuerte y además se disminuyó el ingreso de droga al centro con la construcción de una zanja de 4×4 metros lo que permitió no acercarse hasta el muro y lanzar hacia el interior la droga. Si bien sigue pasando, bajó la tasa de efectividad y tamaño de los paquetes. Estos lanzamientos son diarios, pero con el resguardo de carabineros en el exterior del lugar, se hacen rondas preventivas para evitar y dificultar justamente estos lanzamientos”, especificó el seremi de Justicia.
OTROS REQUERIMIENTOS
Respecto a otras intervenciones de infraestructura en centros penitenciarios de la región, el seremi recordó que actualmente existe un proyecto de mejoramiento del Centro de Internación Provisoria y de Régimen Cerrado (CIP-CRC) de Graneros, dependiente del Sename O’Higgins y custodiado por Gendarmería. Este se encuentra ya está presentado y se espera el proceso de revisión para conseguir el financiamiento del Gobierno Regional. De igual modo existe un plan para la Cárcel de Santa Cruz donde se proyecta un mejoramiento en la unidad femenina y también se espera la decisión del GORE para su ejecución.
Marchant redondeó el tema apuntando al hecho de que las cárceles se van deteriorando por su uso y también porque los usuarios no están muy motivados a conservarlos. “Por lo tanto siempre hay que estar invirtiendo y mejorándolas. Y si fuera posible una ampliación, sería un elemento que tendría que definir Gendarmería propiamente tal en base a estudios”.
