Además los dos imputados quedaron con arraigo nacional y firma mensual en la fiscalía de O’Higgins. El periodo de la investigación quedó fijado en 90 días.
Por Juvenal Arancibia D.
Fotos: Marco Lara.
En la mañana del viernes, fueron formalizados Pablo Urrea y Carlos Cheuquiante, los dos ex carabineros sindicados como responsables de la muerte del comerciante Jorge Aravena, quien en el verano del año 2014 habría sido “olvidado” al interior de una patrulla policial, experimentando temperaturas superiores a los 40 grados celsius.
Luego de un largo proceso que no estuvo ausente de polémicas ya que en primera instancia fueron los Tribunales Militares quienes se encargaron de analizar la causa y potenciales responsabilidades de los oficiales involucrados en el fatal procedimiento, la Corte Suprema de Justicia determinó que la justicia civil indague el proceso por la muerte de Jorge Aravena Navarrete, ya que de esta manera se otorgarían más garantías a las víctimas en la protección de sus derechos.
En este sentido, los dos imputados que trasladaron a Navarrete hasta la Primera Comisaría de Rancagua el fatídico 17 de febrero del 2014, fueron formalizados por el cuasidelito de homicidio del comerciante aludiendo a la negligencia del actuar de los ex uniformados y por la que podrían arriesgar una pena de hasta 3 años de cárcel.
Consecuente con lo anterior el fiscal jefe de Rancagua Sergio Moya, quien estará cargo de la investigación aseguró que “nosotros trabajamos con la Brigada de Derechos Humanos de la PDI y luego de una larga indagatoria llegamos a establecer que estamos en presencia de un cuasidelito de homicidio lo que significa que los ex funcionarios de Carabineros obraron de forma negligente y producto de esta forma de actuar se produjo la muerte de Jorge Aravena”.
Sergio Moya también agregó que tanto Pablo Urrea como Carlos Cheuquiante “han prestado declaraciones, además tenemos los datos recopilados por la Justicia Militar, hay cuatro tomos de la investigación y multiplicidad de pericias por lo que restan precisas y determinadas diligencias para poder agotar la investigación”, aseguró el fiscal jefe de Rancagua.
Moya también descartó de plano la tesis de la “muerte accidental” del comerciante expresando que “no es un accidente, hay una conducta negligente que de haber obrado de acuerdo al reglamento interno de Carabineros estos hechos tan lamentables no habrían ocurrido”, finalizó.
POSTURA DE LA DEFENSA
En la vereda de los defensores de los carabineros dados de baja, en tanto, la idea de que el deceso del comerciante se produjo por circunstancias fortuitas que escapaban del control de los imputados cobra fuerza, en este sentido Gabriel Henríquez, abogado de Pablo Urrea explicó que “nosotros tenemos el convencimiento más absoluto de que la causa de muerte de Jorge Aravena no está vinculada en caso alguno al accionar de mi defendido”, aseguró.
Por otra parte el defensor de Pablo Urrea también puso en tela de juicio la participación del Consejo de Defensa del Estado como parte de la querella interpuesta en contra de los imputados comentando que “en estas causas no vemos cuál puede ser aquel aspecto legal que le entrega atribuciones al Consejo de Defensa del Estado para intervenir en un proceso de justicia ordinario, donde además hay un querellante que aparentemente representa con claridad manifiesta a la familia, que es el Instituto de Derechos Humanos, quien por mandato legal está facultado para concurrir en estas instancias”, puntualizó.
Así se abre el periodo de investigación que en 90 días más debería determinar de forma fehaciente cuales fueron las verdaderas causas y presuntas responsabilidades que los dos imputados tuvieron en el fallecimiento de Jorge Aravena.