Sin que se haya comunicado quien asumirá el gobierno de la diócesis de Rancagua, o si se nombrará un obispo titular o la santa sede proveerá de un nuevo administrador apostólico, monseñor Fernando Ramos -que es el actual administrador de nuestra diócesis- fue nombrado por el papa Francisco como nuevo arzobispo de Puerto Montt. El cambio debiese producirse en febrero del próximo año.
Fernando Ramos señaló recibir con sorpresa este nombramiento, ya que aseguró estar trabajando en Rancagua con mucho entusiasmo, «pero por otro lado con mucho entusiasmo de poder ir a una nueva arquidiócesis a trabajar en servicio del pueblo de Dios», afirmó.
Además en un pequeño punto de prensa el aún administrado apostólico de Rancagua declaró que cuando llegó a la zona existía una situación compleja, «pero que el trabajo de la Fiscalía y de la Defensoría fueron aclarando la grave acusación de que existía una cofradía o una asociación ilícita para delinquir(…)todas las investigaciones han ido demostrando que no existía asociación», afirmó que de a poco se ha ido normalizando esta diócesis «creo que queda camino por hacer, pero las comunidades, los agentes pastorales, los religiosos y religiosas están con muchas ganas de seguir sirviendo al pueblo de Dios y a la evangelización acá en Rancagua», afirmó el obispo.
Sin embargo, más allá del caso de la Cofradía, aún se mantienen sacerdotes suspendidos de su ministerio, al respecto monseñor Ramos aseguró que «hay algunos por distintas razonas, unos por situaciones administrativas o por situaciones personales», sobre quienes se están desarrollando las investigaciones o bien los procesos penales administrativos correspondientes, aseguró.
Consultado sobre la crisis que vive la Iglesia señaló que esta no está del todo superada. «debemos ir respondiendo a cada una de las acusaciones que han llegado. Creo que tenemos una misión importante de investigar en profundidad y castigar a quienes han sido responsables de delitos y a la vez ir creando ambientes sanos y seguros para que en todas nuestras comunidades todas las personas, especialmente los menores de edad y los más vulnerables, tengan un espacio de protección y cuidado».
Según señala el derecho canonico una vez recibida la bula papal con el nombramiento el obispo tiene dos meses para asumir el cargo, en este sentido se espera que a medidos de febrero monseñor Ramos se traslade definitivamente a Puerto Montt, en este escenario esperamos que en los próximos días se comunique la decisión del papa Francisco sobre quien asumirá el gobierno de la diócesis de Rancagua, si nombrara un obispo titular para que asuma la sede vacante desde la salida de monseñor Alejandro Goic o nombrara un nuevo administrador apostólico mientras se continua en la búsqueda de un nuevo obispo.