Al parecer, para el Gobierno actual la prioridad lamentablemente no se encuentra en enfrentar la pandemia, ver cómo se reducen las listas de espera o abocarse a los problemas de salud mental derivados del Covid, sino que lo primero que llegó a hacer el Ministerio de Salud fue a desvincular de su cargo a los Directores de Salud por razones exclusivamente políticas.
Lamentable por una serie de razones. En primer lugar, porque a diferencia de lo que parece creer el Ministerio, los Directores de Servicios de Salud son cargos cuya naturaleza es esencialmente técnica, razón por la cual es el Servicio Civil a través del Sistema de Alta Dirección Pública el que los selecciona después de un proceso que incluye entrevistas, exámenes psicológicos, y en general una serie de recursos que para el Ministerio parecen no ser relevantes.
Causa extrañeza ver la actitud con la que el Gobierno ha decidido iniciar su trabajo en un tema tan relevante y complejo y que, por lo mismo, exige del mayor compromiso y apoyo de todos, al derechamente excluir por razones de carácter político.
Por cierto, esta actitud no se condice con la situación que vive el país en materia de salud, y se deja acéfala de autoridad sanitaria a gran parte del país, lo cual, evidentemente, es una gran irresponsabilidad. La lógica con la cual se ha actuado es un fiel reflejo de las viejas prácticas de hacer política que tanto se prometió erradicar, y que, sin embargo, no solo se mantienen, sino que se acentúan.
En momentos en que se requiere que el sistema de salud continúe a su máxima capacidad, tal como lo ha hecho los últimos dos años, con la entrega heroica que han demostrado los funcionarios de los organismos públicos, privados, todo el personal de salud, y tantos otros héroes anónimos, el Gobierno debiese enfocarse a facilitar dicha labor y sumarse a ese trabajo.
Sin embargo, en una actitud totalmente contraria a lo que fue el tono usado en la segunda vuelta presidencial, se insiste en mantener una actitud poco convocante y priorizar intereses políticos. Mientras el sistema de salud está al máximo de sus capacidades, el Gobierno lo utiliza como instrumento para repartir cargos políticos, incluso aunque eso signifique sacrificar profesionales de alto nivel por meros caprichos ideológicos.
Javier Macaya (UDI)
Senador región de O´ Higgins