Por: Cristina Wormull Chiorrini
Con ocasión de celebrar el Día del libro, el colegio Juan Luis Vives, que tiene el servicio complementario de la Biblioteca Pública N°168, ambas entidades funcionando al interior de la CPR (Centro Penitenciario de Rancagua) como parte de uno de los ocho subprogramas de reinserción social, organizaron un inédito concurso literario entre los privados de libertad. El concurso “Refranes de mi tierra” exigía que los participantes escribieran un relato corto basados en la moraleja de los refranes que libremente podía elegir desde un listado de ellos.
Participaron más de 50 internos de diferentes módulos del CPR y se entregaron 5 premios. Además, se destacó y entregó un estímulo a los mejores lectores de cada uno de los módulos del centro.
A la ceremonia de premiación, presidida y coordinada por Luz Herrada, Directora del Colegio Juan Vives y secundada por Germán Aguirre, uno de los 12 representantes de la corporación Juan Luis Vives. El evento fue amenizado por el musico de los Jaivas Arturo Reale Ahumada y la poeta Alejandra Montoya Cádiz. Invitada especial y presidenta del jurado del concurso fue la escritora y poeta machalina, Cristina Wormull Chiorrini, quien ha realizado desde hace algunos años, talleres de narrativa y otros a los privados de libertad de la zona.
Es importante destacar que tanto el colegio como la biblioteca han desarrollado un gran trabajo en la promoción de la lectura y la creación literaria que son los grandes elementos que facilitan sobrellevar mejor el tiempo de las condenas y general un espacio de libertad, facilitando las posibilidades de reinserción social ya que, junto con lo anterior, el colegio entrega cobertura de educación básica con o sin oficio, educación media científico humanista y técnico profesional en electricidad e instalaciones sanitarias. Actualmente tiene una matrícula de más de seiscientos estudiantes privados de libertad.
Un día, en un pueblo muy lejano, vivía un hombre en las montañas con su único hijo, al cual amaba con la vida. El pequeño niño muchas veces se había enfermado, pero nunca como esta vez. El pequeñito de las montañas ardía en fiebre, no contestaba a los tristes llamados de su padre. El hombre al quedarse dormido en su llanto, vino a él (en un sueño) un ente oscuro y maligno, parecido a una sombra que le dice “yo puedo mejorar a tu hijo, pero tú debes morir”.
El hombre de las montañas despertó muy asustado, ya que en el sueño acepto el trato. Abrazo a su hijo el cual ya estaba sano, sin darse cuenta que ya los dos estaban fallecidos. (“Más sabe el diablo por viejo que por diablo” fragmento del cuento Ganador de la Agrupación Modular: Alta 3, del Complejo Penitenciario de Rancagua.