Manuel Polgatiz C.
Fotos: Marco Lara S.
“Estamos consternados. No logramos entender qué ocurrió, ni tampoco nos explicamos por qué Bryan, se desprendió de su chaleco salvavidas para tirarse al agua. Tenemos una pena inmensa”, dijo el martes 8 de diciembre, el vocero y directivo del establecimiento educacional de Machalí, Hugo Vergara. Esa calurosa mañana, en que se celebraba la solemnidad de la Inmaculada Concepción, los docentes del Colegio Arturo Prat, recibieron una trágica noticia. Uno de los integrantes del grupo, que había viajado al sur de país, en el marco de su gira de estudio, desapareció en las gélidas aguas del Lago Villarrica. Bryan Allende Moya, 19 años de edad, decidió junto a su polola, Johana Burgos, dar un paseo en bote.
Arrendaron una barcaza y se lanzaron a conocer las profundidades del lago. Inmersos en un espacio que no dominaban, uno de los remos, se desprendió de su original posición. El espíritu aventurero del muchacho, lo conminó a saltar en busca de él, sin medir las posibles consecuencias y riesgos. Se quitó, incomprensiblemente el chaleco salvavidas y se zambulló. No transcurrieron más de diez segundos, según los relatos de la única testigo, y la pista del malogrado estudiante se perdió para siempre. A la distancia, se avizoraron unos manotazos de ahogado pero esa fue precisamente la última señal del joven deportista.
TRABAJO INFRUCTUOSO
Buzos tácticos de la Armada de Chile, personal del GOPE, botes de rescate, robot submarino y las máximas autoridades de la Región de la Araucanía, en conjunto con las de O’Higgins, incluyendo a la mentalista de Chimbarongo, han colaborado en la faenas de búsqueda. Sin embargo, y a pesar de todo el magno despliegue logístico y humano, no se ha podido dar con el paradero de Bryan. “Ahora estamos casi de brazos cruzados, pues el 23 de diciembre, se detuvo el trabajo en el lago. Diariamente, utilizar todo el apoyo, costaba aproximadamente un millón de pesos. Inicialmente fue financiado por el gobierno, a través, de las intendencias”, señaló Vergara.
No obstante, los malos presagios de quienes llevan adelante la investigación (se baraja que el cuerpo ya no esté en perfectas condiciones), los profesores de la institución educativa, mantienen firmes esperanzas de un positivo final. “Lo más importante, es que Bryan aparezca pronto. Él se merece una sepultura como corresponde. Su familia ha sufrido mucho la pérdida, incluso ellos no descartan desembolsar de su bolsillo, todos los costos para reanudar la búsqueda. Nosotros como colegio, siempre lo estaremos apoyando en todo”, finalizó Hugo Vergara.