El último catastro regional de residuos sólidos domiciliarios disponible data de 2018. En él, se evidencian algunas cifras que ponen en perspectiva la cantidad de desechos que se generan no solo en O’Higgins, sino que también a nivel comunal. Así, en Rancagua, por ejemplo, se declaró que ese año fueron más de 122 mil toneladas de estos residuos las que se produjeron, lo que reflejó el 31,6% de los desechos de toda la región.
Pero más allá de lo que se genera en los hogares o el comercio, y que es retirado por la empresa sanitaria Veolia que mantiene la concesión del servicio, hay otro problemático foco que aqueja a la ciudad desde hace años: los microbasurales. Un catastro del municipio identificó 106 puntos no autorizados en Rancagua donde se acumulan tanto basuras como escombros y enseres.
Este fue uno de los puntos que se discutió en el concejo municipal, hace menos de un mes, cuando se aumentó el presupuesto del contrato con Veolia en un 37%, a cambio de contar con más maquinaria para apuntar directamente a la limpieza de estos espacios, además de otros puntos como mejoras salariales, tal como adelantó este medio.
“En los próximos dos meses, el cronograma es limpiar los 106 basurales”, sostiene Juan Ramón Godoy, alcalde de Rancagua. “Pero también es importante la educación ambiental, tanto en los colegios como comunitaria. Tenemos justamente un programa de educación ambiental y, en los próximos seis meses, vamos a instalar también puntos limpios móviles, que van a recorrer los distintos barrios de Rancagua”.
Respecto al eje educacional, Godoy detalló que crearán una “red con los dirigentes y dirigentas sociales y con los vecinos” para llegar a las poblaciones.
Con todo, muchos de los terrenos que están dentro del plan de limpieza no son necesariamente municipales, sino que corresponden a privados y, en algunos casos, como el gran basural que hoy está en la ex población Vicuña Mackenna, a entidades estatales como el Servicio de Vivienda y Urbanización (Serviu). “Vamos a exigir que los privados tengan limpieza de sus terrenos. En este caso, con Serviu tuvimos una mesa de trabajo e indicamos que el municipio se iba a hacer cargo de la limpieza. Pero también necesitamos las medidas de cierre y estar construyendo zanjas, para evitar que esto se transforme nuevamente en un gran basural”, postula Godoy, sobre el paño de más de 30 mil metros cuadrados y donde se proyecta la construcción de casi 400 viviendas sociales por medio del Programa Fondo Solidario Elección de Vivienda (DS49) del MINVU.
En cuanto a las medidas que el municipio implementará para evitar que las zonas se vuelvan a llenar de residuos, el edil es tajante: “Hay dos formas: una, las multas que vamos a pasar cuando no haya un cuidado de estos espacios y estos terrenos. Y lo otro, si es que eventualmente vemos nuevos microbasurales, se va a hacer la limpieza, pero se les va a pasar la factura a quienes son los dueños de los terrenos”.
EMERGENCIA CLIMÁTICA
Según la concejala Valentina Cáceres (Ecologista Verde), la limpieza de basurales y microbasurales implica un problema para los vecinos “tanto desde el punto de vista medioambiental como de salud”.
En esa línea, Cáceres apunta a que es necesario avanzar en la gestión de residuos. “Estamos en una crisis climática terrible y sin precedentes”, asegura, citando al último informe del IPCC, escrito que entre sus conclusiones destacó que de no actuar de forma “inmediata, rápida y a gran escala”, limitar el calentamiento global incluso a 2°C, con las catastróficas consecuencias que ello conlleva, “será un objetivo inalcanzable”.
Así, Cáceres, que preside la Comisión de Medioambiente del concejo, puntualiza en que centrarán los esfuerzos en “trabajar en una concientización ambiental, en programas de reciclaje y compostaje, donde la ciudadanía y la comunidad tomen consciencia de su actuar frente al medioambiente”.
Por ello, la también activista medioambiental busca impulsar que el municipio declare Emergencia Climática, iniciativa en la que trabajan agrupaciones como Fridays for Future y la ONG FIMA.
Este último punto también fue recogido por el alcalde Godoy, quien aseguró que desde el municipio existe el “compromiso de firmar un documento donde declaramos a Rancagua en Emergencia Ambiental”.