Por: Mariel Fernández Moris.
Fotos: Marco Lara.
Nuestro país en los últimos diez años ha estado atravesando una preocupante mega sequía, es decir, déficit de precipitaciones que afecta directamente a regiones desde Coquimbo hasta Biobío. Situación que genera intranquilidad para el ser humano que ve en el agua, un recurso indispensable para el desarrollo de la vida.
A fines del año 2022, la Universidad de Chile publicó un relevante estudio que abarca la escasez hídrica abocada hacia las proyecciones donde advierte “que en las próximas décadas el país será más cálido y seco, muy parecido a lo que la zona centro sur ha experimentado en los últimos trece años de mega sequía. El impacto en los recursos hídricos será ineludible ya lo es hoy, lo que requiere no solo más investigación, sino tomar decisiones cuanto antes”.
Por lo mismo, que el hidrólogo Pablo Mendoza, académico del Departamento de Ingeniería Civil (DIC) de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile hace énfasis en lo siguiente “Las proyecciones de cambio climático indican aumentos de temperatura en Chile, disminución de las precipitaciones en gran parte del territorio nacional y, por lo tanto, una disminución del caudal medio anual de hasta un 50% para algunos de nuestros ríos”.
Esta realidad ya se está viviendo en Rancagua, a solo 20 minutos del centro de la ciudad tomando la ruta H10 hacía el poniente donde viven más de 300 familias que en el último tiempo han visto como su calidad de vida se ha sido afectada. Esto porque el pozo del cual se abastece el sector se secó completamente en septiembre del año pasado, situación compleja que hasta el momento ha visto en los camiones aljibe una solución provisoria.
Juan Zamorano, es presidente del APR y nos cuenta la realidad en la cual esta inserto desde hace cinco meses, que es vivir del agua que traen los camiones aljibes. Nos señala que “en tres días quedamos secos, siempre los pozos van bajando de nivel estático hasta que se secan eso dura un año aproximadamente, pero en este caso fue muy rápido. Nosotros recurrimos al municipio para tener una ayuda del recurso donde si ellos respondieron con tres camiones y también de la delegación presidencial nos aportaron con otros tres, gracias a una encuesta que se realizó a todos quienes vivimos acá, más cuatro camiones aportados por la APR”.
Ahora bien, nos menciona que lo que más les piden a las autoridades es que “en este momento nos salga el proyecto de emergencia y nos sigan apoyando con los tres camiones hasta que tengamos conectado el proyecto, además de la conexión con Essbio, teniendo eso hecho ya no tendríamos problemas”.
Recalca que “Todos tenemos el mismo problema, compramos agua así nos abastecemos, los fines de semana hay escasa agua. Queremos que se mantenga la ayuda, puesto que los primeros días de enero el municipio nos quito esos camiones hasta que nosotros estemos conectados con Essbio. En este momento nosotros estamos poniendo siete camiones y no vamos a ser capaz de llegar a fin de mes porque es mucho, estar gastando casi un millón de pesos diarios yo creo que ningún comité va aguantar eso de donde se va a sacar para el gasto que se tiene, entonces eso es insostenible para nosotros”. También “Queremos que el MOP nos apure el proyecto de emergencia”.
Aidé Cordero del sector de la Moranina y Marta Barahona de Los Tilos tienen un denominador en común, sus comunidades día tras día sufren las inclemencias de los efectos que conlleva la escasez hídrica.
“Estamos teniendo problemas con el agua, porque son tres camiones menos. El alcalde vino acá al sector y se comprometió”. Ambas vecinas destacan nos mencionan que “nos queremos organizar para protestar ya que es la única forma que la autoridad nos tome en cuenta, nuevamente estamos con dificultades. Si bien estamos esperando la conexión con Essbio, nos han postergado y queremos esa solución rápida para el sector”. Cordero cuenta que en La Moranina viven alrededor de treinta familias entre adultos mayores y niños como en los tres sectores restantes.
Barahona destaca que la situación es muy parecida en su comunidad, dice que “se nos corta en la noche el agua y no hay, hemos ido reiteradamente a la municipalidad donde al presidente del APR lo han citado para tratar de agilizar pero todo queda en reuniones. Quedamos igual que antes. De un momento a otro quitaron los camiones”.
“Somos un sector que estamos muy abandonados, estamos tan cerca de Rancagua. No tenemos agua, no tenemos locomoción, no tenemos colegio, entonces mínimo que se preocupen de que tengamos agua. Es un derecho humano”.
Los apoyos municipales en esta sequía.
A través de una declaración pública desde la municipalidad de Rancagua señalan que, desde septiembre de 2022, a través del Departamento de Gestión del Riesgo, ha apoyado a la comunidad con la entrega de agua al Servicio Sanitario Rural (SSR) La Gonzalina. Este apoyo consistió en la entrega de 60.000 litros diarios de agua para consumo humano, mediante camión aljibe de la Municipalidad de Rancagua.
Posteriormente, la Municipalidad de Rancagua sumó la entrega de otros 60 mil litros de agua a los vecinos del sector, cuya entrega se realiza a través de un transporte dispuesto por la Delegación Presidencial. “De esta forma, el apoyo de la Municipalidad de Rancagua llegó a los 120.000 litros diarios de agua, entre septiembre de 2022 y 30 de enero de 2023”, señala el escrito.
Posterior a esa fecha, la entrega de agua fue traspasada desde el Departamento de Gestión del Riesgo a la Dirección de Gestión Ambiental (DGA), también dependiente de la Municipalidad de Rancagua. Según explican esta decisión se debió a que, en un principio, este apoyo a las familias del Servicio Sanitario Rural La Gonzalina se entregaría mientras la empresa Essbio resolviera una conexión que iba a dar una solución a gran parte del sector. Esta situación fue manejada como una emergencia, en conjunto con el Ministerio de Obras Públicas y la Delegación Presidencial. Sin embargo, la problemática se extendió con el tiempo, por lo que se dejó de manejar como una emergencia, ya que tomó el carácter de permanente”, señalaba la declaración.
Lo anterior significó que el apoyo entregado a las familias cambiara su área de financiamiento: Pasó desde el Departamento de Gestión del Riesgo (ya que dejó de ser una emergencia) para ser atendida desde otra unidad municipal, que es la Dirección de Gestión Ambiental (DGA) que,” desde el 14 de febrero, ha entregado de manera diaria e ininterrumpida este apoyo a las familias del sector”, aseguran.
Actualmente, la Municipalidad de Rancagua está entregando 40m3 de agua con camión aljibe municipal, lo que se traduce en 4 cargas directas a los estanques acumuladores del Servicio Sanitario Rural La Gonzalina, a lo que se suman los otros 60m3 de agua que aporta la Municipalidad y que transporta la Delegación Presidencial.
“Es importante señalar que la entrega de los 60 mil litros diarios (60 m3) de agua potable, que son aportados por la Municipalidad de Rancagua y que son transportados por la Delegación presidencial, nunca se dejó de entregar”, señalaba la declaración.
Es necesario que se pueda encontrar una pronta solución para los sectores rurales de la capital regional, especialmente, para que las familias puedan llevar una vida normal, sin la preocupación que conlleva estar con escasez de uno de los elementos más indispensables para la vida diaria.