Por Mariel Fernández Moris/Fotos Nico Carrasco
Las intensas lluvias del pasado frente climatológico que afectó a comunas de nuestra región siguen dejando huella con un sabor amargo a los habitantes de Loreto que luchan por salir adelante. Una realidad que los marcó y que ha generado incertidumbre y temor ante nuevos eventos meteorológicos que podrían ocurrir en los próximos meses.
Pero una emergencia trae un conjunto de necesidades en quienes fueron la cara visible de un sistema frontal inesperado por la comunidad. El Rancagüino pudo dirigirse a la zona y conoció en terreno, tres historias que revelan la realidad que persisten actualmente en habitantes de Loreto en la comuna de Coltauco a más de veinte días de las inundaciones.
EL TEMOR DE QUE LLUEVA OTRA VEZ

Adentrándose en pleno corazón de Loreto en Calle Juan Pablo Segundo donde el barro es evidente al llegar al sector, nos recibe Jimena Zamorano junto a su esposo e hijo en plenas obras de construcción. Es una mujer pensionada que vive con su marido justo en una esquina donde la fuerza del río Cachapoal no tuvo tregua provocando la caída de su pandereta y el acceso del agua a su casa produciendo que sus muebles y recuerdos se esfumaran en cosa de segundos.
Consultada acerca de su situación y cómo ha reaccionado frente a estas últimas lluvias menciona que “estábamos peor. Mi casa quedo igual o peor que muchas casas de este sector, hemos logrado con mi grupo familiar ir reponiendo entre comillas algunas cosas porque se me fueron muchas, si bien es cierto las cosas grandes no las perdí porque tuve la ayuda de mi familia en el cual ellos se hicieron cargo de todo eso, pero el resto de cosas si se me fue por el agua, todo lo que no era madera”.
“Este día (martes) teníamos todo seco, habíamos ya habilitado dos dormitorios, pero amanecimos con agua, nos entró en los tres dormitorios. El río nos llevó la pandereta, y hoy por nuestros propios medios estamos reconstruyendo y tenemos que ver cómo evitamos que el río pase otra vez por nuestra casa”.
Nos destaca que la ayuda ha sido escasa pero sí que le han aplicado la ficha básica de emergencia donde hasta la fecha dice “no he recibido ningún peso”.
Por último, acerca de lo que más necesitan hoy, dice que son “materiales de construcción, pero si uno no va a buscar no ofrecen, uno pasa desapercibido”.
LA CASA SE HUNDE

Jocelyn Elizondo pertenece a la Villa San José de la Dehesa vive en el sector de Loreto junto con su pareja y su hijo de 14 años quien padece de autismo severo. Cuando nos invita a ver su casa, una estufa eléctrica y un bracero son los protagonistas de su living el motivo debido a la filtración de agua que existe debajo de su vivienda que le provoca la inundación en ese espacio generando focos de enfermedades respiratorias producto de la humedad persistente en el inmueble, nos comenta que “vinieron unos jóvenes a revisarla y nos dijeron que la casa está perdiendo su estabilidad, por lo tanto, se está hundiendo y que la humedad no va a parar hasta que nosotros podamos hacer un trabajo de desarme de la vivienda, es un tema complicado más aún porque tenemos un hijo con discapacidad para él esto es un trauma gigantesco lo que estamos viviendo. Estamos paleando la humedad con carbón que es lo que uno tiene. Afecta mucho ver que quizás tu casa se tenga que destruir o que vas a hacer con tu hijo».
Acerca de la ayuda que necesitan con mayor urgencia nos cuenta que “ideal sería tener otro espacio donde estar, uno que este más seco o que no tengas que estar combatiendo con los hongos y no te vayas a enfermar porque hay humedad”. Para finalizar nos destaca que “ayuda hemos recibido entre los vecinos y particulares que han venido, además contamos con un centro de acopio donde hemos capeado bastante ayuda. Tienes ayuda, pero siempre se desea un poco más”. Además, nos reitera de que “nos tomaron la ficha básica mal”.
ESPERA SU BONO DE RECUPERACIÓN

Leticia Ponce es una mujer pensionada que vive junto a su marido que tiene un problema en sus piernas e hijo que se encuentra actualmente sin trabajo en el Pasaje Los Nogales. Producto de las inundaciones perdió sus enseres como secadora, cocina y el mueble del lavadero además de que se le rompió una muralla que divide la cocina del baño. Dice que hasta la fecha no ha recibido la suma propuesta por el gobierno que se enmarca en la ficha básica de emergencia pese a haber sido catastrada a los días de ocurrida la catástrofe.
Consultada acerca del motivo dice que “no estaba en la primera nómina y no se sabe cuándo aparece la segunda. No tengo explicación, me aplicaron la ficha y me dijeron que mi casa no se podía habitar por la muralla que se dañó y porque perdí mi dormitorio completo porque se metió el agua por atrás. Mi casa quedó a mitad de barro a pesar de lavarla, pero no puedo habitarla”.
Incluso agrega que fue al doctor y este le dijo que si seguía así podrían hasta hospitalizarla, además destaca que “solo he recibido ayuda de vecinos, de particulares y familiares”
Termina diciendo “no sé qué está pasando, esta es mi casa es mi vida yo me esforcé mucho por tener mi casa entonces de la noche a la mañana verte con los brazos cruzados y todo tu esfuerzo que hiciste para obtenerla. Muchos años de sacrificios más de veinte años, yo no se lo doy a nadie ver tu casa en estas condiciones”.
Cabe señalar que desde la Seremia de Desarrollo Social mencionaron en cuanto al atraso de los pagos que todos ha sido más lento debido a que desde Contraloría no se pueden emitir inmediatamente los pagos, y que de esta semana se iba a liberar una segunda y tercera nómina de damnificados. Por lo tanto, los pagos a los damnificados por estas inundaciones deberían estar pronto.
Si a usted no le han pagado aún su bono puede llamar al Fono FIBE 800 104 777 marcando la opción 9.

Faltan voluntarios
Lugareños del sector de Loreto han mencionado que no han recibido ayuda estas últimas semanas, e incluso que han ido a aplicar la ficha básica de emergencia pero que aún no reciben los pagos del bono enseres que el gobierno comprometió a pagar rápidamente a quienes resultaron afectados. Hoy, lo que más se necesitan son manos para poder comenzar a levantar otra vez este lugar que quedó completamente dañado. Hacen el llamado que jóvenes universitarios vuelvan al lugar y se pongan la camiseta otra vez por ellos.