- A nivel nacional serían más de 6 mil 500 funcionarios a honorarios de la salud que a contar de este sábado estarían desvinculados, por lo que el presidente de la Comisión de Salud, Senador Juan Luis Castro declaró “No vamos a aprobar el presupuesto en materia de salud mientras haya gente que esté a punto de ser despedida”. En la misma línea, el timonel UDI Javier Macaya remarcó “Vamos a ejercer todas nuestras facultades para revertirlo y eso incluye citar a la ministra en las instancias que sean necesarias en el Congreso”.
35 trabajadores del Hospital Regional Libertador Bernardo O’Higgins contratados durante la pandemia serán desvinculados este 30 de septiembre, los que se verán afectados en el proceso de “desescalada” impulsado por el Gobierno a nivel nacional, que implica -en la práctica- el término de contrato de más de 6 mil 500 funcionarios a honorarios de la salud a contar de este sábado y que irá en escalada hasta desvincular a todos los funcionarios que llegaron a trabajar en pandemia y que fueron parte de la aplaudida primera línea.
La insistencia del Gobierno en esta medida que fue ratificada por el Ministerio de Salud, en el Hospital Regional significará un efecto drástico en la capacidad de atención médica, manifestándose principalmente en el cierre de camas médicas, acciones que provocarán efectos notables que impactarán tanto en la comunidad como en el personal de salud que trabaja en este centro hospitalario.
Y es que en plena pandemia, el HRR llegó a contar con un refuerzo COVID de 600 funcionarios, de los cuales quedan 90; y en esta primera etapa progresiva saldrán 35 trabajadores de la salud, lo que significaría el cierre de 24 camas.
CAMASA HOSPITALARIAS EN JAQUE
En el servicio de Medicina, con la salida de 8 enfermeras, se presenta el inminente cierre de 24 camas medias lo que reduciría drásticamente la disponibilidad de camas en la red, dejando 92 camas para atender a pacientes, teniendo hoy una ocupación diaria por encima del 95%, lo que afecta la capacidad de respuesta del hospital en situaciones de emergencia y la atención oportuna de pacientes.
Si a esto le sumamos las otras 15 enfermeras en turno más un enfermero en jornada diurna de continuidad, impactará en el cierre de 48 camas medias adicionales, quedando en total 44 camas medias (de Medicina Interna) a disposición de la Red Asistencial, repercutiendo en la estancia, ingreso y evolución de complejidad de los pacientes desde UCI, UTI y cama media.
Es decir, el Servicio de Medicina quedaría con menos camas que lo que tenía en el hospital viejo en 2016. Un claro retroceso para la salud de la comunidad teniendo en cuenta que el Servicio de Medicina del HRR cuenta con los estándares de eficiencia más altos del país. Además, las camas de medicina dan soporte al Servicio de Traumatología para cirugías de lista de espera.
A esto se le suma que el personal asociado a las 102 camas medias de antes de la pandemia, se reubicó para realizar la apertura de 16 camas críticas adicionales y de 36 camas intermedias adicionales.
Además, explican fuentes al interior del Hospital, la población post pandemia actualmente tiene un comportamiento distinto en consultas y complejización de sus condiciones de salud, destacando en agosto 562 altas solo del Servicio de Medicina.
Pero estos no son los únicos perjuicios que esta medida traería en principal Hospital de nuestra región, ya que junto con la salida de los Enfermeros, se irían 6 auxiliares, lo que no permitiría dar cumplimiento al estándar de atención normado por IAAS (Infecciones Asociadas a la Atención de la Salud), creándose dificultades en el acceso a camas y mantención de saneamiento básico. Con esto, la disponibilidad de camas críticas se reduciría significativamente impactando a toda la red asistencial.
Por otro lado, la migración de personal en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) -un administrativo, 3 enfermeros y un auxiliar- se traduciría en la falta de cumplimiento de los estándares del Ministerio de Salud en cuanto a la dotación de camas, lo que tendría un impacto directo en la atención de pacientes críticos.
Cabe destacar que, la disminución de camas medias de 116 a 44 afectaría severamente al recinto asistencial, ya que se deberá reorganizar los servicios descomplejizando 36 camas UTI, redistribuyendo su personal que ya cuenta con su asignación, siendo compleja su reubicación.
En el Bloque Quirúrgico, el cierre de camas médicas debido a la posible migración de 11 enfermeros llevaría a la incapacidad de cumplir con los estándares mínimos de atención clínica en el nivel de complejidad media, lo que afectaría la calidad de la atención quirúrgica y la capacidad de respuesta ante cirugías programadas y de urgencia.
En la Unidad de Paciente Crítico (UPC) Adulto, la reducción de 4 kinesiólogos -en primera instancia- impactaría la atención de pacientes en UCI, aumentando la estadía de los mismos y, en algunos casos, comprometiendo su recuperación.
La disminución de camas médicas en UPC ha tenido un efecto dominó en la atención de pacientes críticos, con un aumento en la carga de trabajo y una disminución de la calidad de atención, aseguran funcionarios del Hospital. Además aseguran desde el interior del recinto de salud que al realizar la rebaja de los otros 5 kinesiólogos se podría generar un impacto mayor en la atención de los pacientes. Mientras que la salida de 2 enfermeros generaría un impacto en la continuidad de los cuidados.

En la Unidad de Emergencia Hospitalaria (UEH) sufriría el cierre de camas médicas debido a la migración de personal clave y vital para el servicio, incluyendo un psicólogo, 3 enfermeros, 4 técnicos en enfermería (TENS), un auxiliar y 4 kinesiólogos, lo que enlentecería la atención de pacientes en un entorno donde la velocidad de respuesta es esencial.
Además, el impacto no sería solamente local, ya que recibe derivaciones desde toda la Red, siendo el centro de mayor resolutividad de la región. Con esta disminución, Urgencia del HRR quedaría con menos personal que antes de la pandemia y con un número mayor de consultas y complejidad.
En el servicio de Medicina Física y Rehabilitación, en esta primera vuelta tendría una desvinculación de 3 fonoaudiólogos, rebaja en 3 puestos de trabajo que afectarían al equipo móvil del establecimiento en relación a la atención de 90 camas diarias. La migración de estos profesionales aumentará la dependencia de los pacientes y días de hospitalización, incidencia de neumonías, deshidratación y desnutrición, e incluso mayor mortalidad. Al realizar la rebaja de los otros 4 fonoaudiólogos y 3 kinesiólogos genera un impacto mayor en la atención de los pacientes.
En el Laboratorio Clínico serían desvinculados en escalada 4 Bioquímicos, 3 Tecnólogos Médicos y un administrativo, por lo que su migración enlentecería el proceso y la cobertura.
Un trabajador social de Hospitalización Domiciliaria sería desvinculado sin poder mantener el proceso de intervención, evaluación y diagnóstico del contexto social y familiar para evaluar si los pacientes son candidatos al traslado y hospitalización domiciliaria facilitando la disponibilidad de camas.
Con estas modificaciones, que tendrán impacto asistencial, clínico y administrativo, los parlamentarios de O’Higgins manifestaron su preocupación, ya que al disminuir las camas tanto medias como críticas, no se podrá dar respuesta a la necesidad de la red generando un impacto negativo en la capacidad de resolutivita para atender las necesidades de salud de la población usuaria y en los mismos funcionarios.
A este complejo cuadro se sumaría además una disminución de camas tanto en los hospitales de San Fernando, Rengo y Santa Cruz.

Senador Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la cámara:
“No vamos a aprobar el presupuesto en materia de salud mientras haya gente que esté a punto de ser despedida”

Respecto a este preocupante tema, el Senador Juan Luis Castro, presidente de la Comisión de Salud de la cámara: “el Gobierno, especialmente en el Ministerio de Hacienda ha hecho un recorte presupuestario en el sector salud que va a afectar a 6.500 funcionarios provenientes de los contratos Covid del 2020, 2021; y a contar del 30 de este mes tienen que hacer abandono de su puestos de trabajo desde médicos, enfermeras, paramédicos, auxiliares, lo que tiene impacto directo en la atención de camas y así reducir en más del 25% las camas de medicina interna regional, se reduce más de la mitad de las camas críticas del Hospital de Santa Cruz, por dar un botón de muestra”.
El senador PS agregó “Hace largo rato estoy haciendo el esfuerzo máximo por lograr revertir esta medida, llegando hasta el Presidente de la República en una misiva formal a nombre de toda la comisión de salud del Senado, porque es inaceptable que en este Gobierno del Presidente Boric se tenga que despedir gente del mundo de la salud con situaciones tan dramáticas como lo son las listas de esperas donde tenemos más de 20 mil personas esperando una operación o 100 mil esperando una hora para un especialista”.
El parlamentario continuó “Encuentro un despropósito y la responsabilidad está radicada desgraciadamente en el máximo nivel de Gobierno, el Ministerio de Hacienda que define los presupuestos año a año y que ha autoimpuesto este recorte de manera abusiva e impropia en la salud con las graves consecuencias que pueda tener. Le pido al Gobierno que revierta esta medida no solo por los hospitales; sino porque es un perjuicio a la población.
El presidente de la Comisión de Salud de la cámara finalizó diciendo “Esto es una agresión a la región proveniente del nivel central, las responsabilidades son superiores y deben ser asumidas. Nosotros por lo menos, muchos parlamentarios no vamos a aprobar el presupuesto en materia de salud mientras haya gente que esté despidiéndose o a punto de ser despedida en nuestra Región de O’Higgins, es algo absolutamente atentatorio a los Derechos Humanos que sólo tienen el sistema público para atenderse y con esta disminución de personal forzada, las condenan a esperar más o a no tener camas”.
Senador UDI Javier Macaya:
“Vamos a ejercer todas nuestras facultades para revertirlo y eso incluye citar a la ministra en las instancias que sean necesarias en el Congreso”

Preocupado sobre los despidos en el área de salud se mostró el Senador UDI Javier Macaya expresando “La reducción de camas críticas en los hospitales de nuestra región es una situación que no podemos ignorar. Cada cama perdida puede significar la diferencia entre la vida y la muerte de un vecino. Y se está desaprovechando la oportunidad que nos había dado el COVID para alivianar la brecha que existía”.
El timonel UDI agregó “Con esto, hoy si las listas de esperas ya son dramáticas, esto solo puede hacerlo empeorar. Si no hay capacidad para atender a quienes más lo necesitan y quienes llevan años esperando, lo que se está haciendo es condenarlos a la enfermedad o a la muerte y eso no es aceptable.
Vamos a ejercer todas nuestras facultades para revertirlo, y eso incluye citar a la ministra en las instancias que sean necesarias en el Congreso. Nos llama la atención esta decisión y a semanas de la discusión de presupuesto, vamos a hacer hincapié en esto que afecta de manera grave la salud pública de Chile”, finalizó Macaya.